En el mundo del concept car, las reglas de la realidad se diluyen entre llantas de diámetros imposibles, espejos de un tamaño ridículo (como los del Lexus LF-NX de la portada), puertas sin manetas e interiores que parecen una habitación de IKEA a medio montar. ¿Qué nos aportan estos coches concepto?
Todo aquel al que le apasione el mundo del automovilismo, el diseño o ambas cosas, debe amar los “concept car”. Para unos, supone echar un vistazo a los futuros modelos de una marca, deleitarse con sus soluciones innovadoras, atrevidas, a veces absurdas e imposibles. Para otros, los coches-concepto son un ejemplo de libertad para el diseñador, al que le han dado carta blanca para dar rienda suelta a su imaginación, sin las restricciones de seguridad, las convenciones establecidas sobre lo que es un coche hoy en día, o a qué segmento debe pertenecer.
A pesar de todo lo bueno que tiene un concept car, siempre hay un lado negativo, y es que cuando es un diseño deseado, plausible en un futuro, nos preguntamos: ¿Llegará a ser una realidad? Y en la mayoría de los casos (cuanto más atrevido sea el diseño, menos papeletas tiene de llegar a las calles), nos hacemos esa pregunta con una respuesta ya en mente: Puede que acabe siendo real, pero no así. Como el caso de los Mondeo: Ford suele presentar su berlina del segmento D en forma de un coupé, ancho y bajo, muy musculoso e incluso con puertas tipo “alas de gaviota”, y los ejemplos los encontramos en sus concepts Iosis y Evos.
Cuando hace unos años leí en una revista sobre dos conceptos de Renault, el R-Space y el Captur, me maravillaba en cómo un monovolumen y un SUV podían tener un diseño tan marcadamente deportivo.
Sin embargo, en el largo camino de un concept car pasan muchas cosas: estudios de mercado, viabilidad económica del proyecto, planes de futuro, adaptación al lenguaje de diseño actual… Por eso el Captur ha llegado a nosotros en forma de Crossover urbanita y el R-Space ha resultado ser el borrador de la última generación del Clio. Y quién iba a decir que el precioso Peugeot SR1 sería en el futuro una renovación completa del compacto galo, el 308. No sólo los pilotos traseros nos dan pistas de la conexión entre tan dispares modelos, sino que echando un vistazo al interior, todo encaja mucho mejor.
Existen casos menos llamativos, en los que el diseño no cambia tanto, pero el producto final resulta bien distinto. En cuestión de un año, el Concept IBL de SEAT, pasó de ser un esperado digno sucesor del Toledo original (después del chasco de su 3ª generación), a perder su porte por la practicidad de un modelo que más bien debería llamarse Córdoba por una cuestión de, nunca mejor dicho, concepto.
Hay otros concepts cuya vida se alarga gracias a operaciones quirúrjicas que actualizan su estética, de modo que pueden presentarnos un diseño que nació hace más de una década. El recientemente presentado Crossover Concept de Audi (abajo, en el centro), que parece darnos las pistas de una posible renovación del coupé TT, recuerda terriblemente a aquel llamado Steppenwolf Concept 2000 (a la izquierda), presentado en dicho año. Diseño del que surgiría el primer TT, y del que también nos hemos acordado cuando Audi quiso asombrarnos con su Cross Lane Concept (abajo, a la derecha).
Así de largo puede ser el camino que recorre un concept. Entre el Steppenwolf Concept 2000, y el Crossover Concept han pasado 10 años, y en medio hemos visto cómo el Cross Lane Concept seguía las pautas del primero. Se puede decir que en Audi son bastante conservadores en cuanto a sus diseños.
Por último, y en el mejor de los casos, un concept car se lleva a producción sin sufrir apenas modificaciones. Es por eso que el Range Rover Evoque ha tenido tanto éxito desde su salida, aunque es de esos diseños que o bien lo amas, o lo odias. El concepto de un SUV compacto “gti” no termina de llenar el ojo de muchos, si bien es cierto que no es el típico Range Rover, parece ser un producto excelente tanto por lo que ofrece en sí, como lo que supone: un concept car de lujo llevado a la calle. Nadie podía creerse cuando en JLR se decidieron a producirlo con tan pocos cambios desde el LRX Concept que hizo su debut en el Detroir Motor Show de 2008.
Hay que decir que el caso del Range Rover Evoque es excepcional, por eso nos gustaría saber ¿Te gustaría ver más Concept car llevados a la realidad tal y cómo se presentan? ¿Cuál te hubiera gustado ver en las calles? ¿Crees que tendrían éxito?