El trabajo pionero del grupo Volvo Car sobre protección de los peatones ha sido reconocido con el premio a la innovación de Global NCAP 2013. El premio fue recibido por Lotta Jakobsson, especialista técnica superior del Centro de seguridad de Volvo, durante las jornadas ESV (Enhanced Safety of Vehicles) celebradas esta semana en Seúl, Corea del Sur.
En estas jornadas se hablaron de los notables logros de Volvo en relación con la protección de los peatones y presentó un artículo sobre la tecnología de Airbag para peatones en el nuevo Volvo V40. El objetivo del primer airbag del mundo para peatones es proteger a estos vulnerables usuarios de la carretera en situaciones concretas en las que impactan contra el capó y el marco del parabrisas, y que pueden ponerlos en peligro de graves traumatismos craneoencefálicos.
Volvo ya innovó en este campo con es sistema de Detección de peatones con freno automático en 2010. Este sistema puede evitar el atropello de un peatón a velocidades de hasta 35 km/h si el conductor no responde a tiempo. A mayores velocidades, el objetivo es reducir todo lo posible la velocidad del vehículo antes de la colisión. Ahora, para mitigar las consecuencias en el caso de que la colisión con un peatón sea inevitable, el Volvo V40 presentado en 2012 incluye el nuevo Airbag para peatones, una novedad mundial.
Siete sensores integrados en la parte delantera del vehículo transmiten señales a una unidad de control. Cuando el vehículo entra en contacto con un objeto, la unidad de control evalúa las señales y, si registra lo que interpreta como una pierna humana, despliega el airbag para peatones. Las bisagras del capó están dotadas de un mecanismo pirotécnico que, cuando se activa el sistema, extrae un pasador y libera la parte trasera del capó. Al mismo tiempo, el airbag se infla. Durante la secuencia de inflado, el airbag levanta el capó, que se levanta diez centímetros y permanece en esa posición. El hueco creado entre el capó y los componentes rígidos del compartimento del motor deja espacio para que el capó se deforme, absorbiendo la energía y amortiguando el impacto de la cabeza y el pecho del peatón.