Raíles de techo en color plata, parachoques delanteros y traseros con protecciones de bajos de plástico, parrilla en forma de panal de abeja y estriberas laterales contrastadas. Esas son las modificaciones, todas ellas estéticas, que caracterizan al nuevo Volvo V40 Cross Country que la marca sueca presentará en París.
El Volvo V40 Cross Country llega separado del suelo en 40 mm más que la versión compacta, con ruedas del mismo tamaño que las del Volvo V70, con llantas de hasta 19 pulgadas. Su estética recibe, ya sólo con este incremento de altura, un importante cambio que se ve reforzado por la adopción de un nuevo paragolpes delantero y trasero, así como los nuevos perfiles laterales.
Pese a su aspecto de falso SUV, el Cross Country es un coche de dos ruedas motrices salvo en su variante T5 de gasolina, que equipa un motor de 254 CV y sólo está disponible con un cambio automático de seis velocidades. El T5 dispone además de un control de descensos electrónico acoplado al sistema de tracción integral Haldex. En el resto de la gama, puede elegirse entre un cambio manual de seis velocidades o uno automático con el mismo número de relaciones.
Se espera que la motorización más popular sea la denominada D4, el 2.0 litros diésel que entrega 177 caballos con un par de 400 Nm con una aceleración de 8.3 segundos en el 0 a 100 km/h, con el cambio automático, con el manual es de 8.6 segundos, y un consumo mixto homologado de 4.4 l/100 km con el cambio manual y de 5.2 l/100 km con el cambio automático.
Volvo espera vender unas 17.000 unidades anuales del V40 Cross Country, esencialmente en Europa y China. Se producirá en Bélgica y su fabricación dará comienzo en noviembre de este mismo año. La marca publicará los precios para el mercado español a mediados de octubre e iniciará las entregas a clientes en enero del próximo año.