¿Qué diferencia el uso de un smartphone con el de un moderno sistema de infoentretenimiento.? Manipular ambos requiere apartar la vista de la carretera puesto que al controlarse a través de una pantalla y de forma táctil, no podemos simplemente “tantear” botones cuya posición hemos memorizado anteriormente. ¿En qué punto se encuentra la legalidad de las pantallas táctiles?
Este tipo de cuestiones abren un importante debate en cuanto a la regulación del marco legislativo y su aplicación en el mundo real. Por qué un sistema de fábrica, como es una pantalla táctil en el salpicadero, debería permitirse su uso mientras circulamos mientras que utilizar el teléfono móvil está prohibido. No estamos intentando justificar el uso del teléfono cuando se conduce, sino preguntarnos si no deberían prohibirse ciertos sistemas de infoentretenimiento en pro de la seguridad.
Veamos qué dice el Reglamento General de Circulación:
Artículo 18. Otras obligaciones del conductor:
“Se considera incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción el uso por el conductor con el vehículo en movimiento de dispositivos tales como pantallas con acceso a internet, monitores de televisión y reproductores de vídeo o DVD. Se exceptúan, a estos efectos, el uso de monitores que estén a la vista del conductor y cuya utilización sea necesaria para la visión de acceso o bajada de peatones o para la visión en vehículos con cámara de maniobras traseras, así como el dispositivo GPS.”
Puesto que no queda clara la legalidad de las pantallas táctiles, podemos suponer que según se extienda el uso de estos dispositivos habrá un cambio en el reglamento que aclare los límites de su uso. Aunque es cierto que a menudo no se pueden ver películas o manipular la entrada de datos en el navegador sobre la marcha, es verdad que otras funciones sí son permitidas (y necesarias), sin que tengamos completa seguridad a la hora de utilizarlas: un ejemplo es el climatizador. Existen ya coches en el mercado en los que al intentar cambiar la temperatura del habitáculo echamos de menos un botón o una ruedecilla que girar.
Un ejemplo es el último Citröen C4 Picasso, el cual goza de dos pantallas integradas en el salpicadero que harán las delicias de quienes buscan lo último en tecnología, pero lo cierto es que, aunque te permite personalizar ciertos aspectos como el diseño, distribución de los elementos e incluso el fondo de pantalla con tu propia foto, no dispones de una alternativa a la hora de por ejemplo, regular la temperatura del climatizador.
Éste sería un ejemplo en el que el modelo saliente disponía de unos controles más intuitivos y que demuestra que “más tecnología” no siempre es mejor. No hay que olvidar que las pantallas que embellecen nuestro salpicadero no dejan de ser una suerte de tablet que, como todo gadget, dependiendo de la calidad de sus elementos podemos encontrar una falta de fluidez que eche al trasto la experiencia del usuario. Aunque peor que una mala respuesta sería un fallo por completo, hablando de informática es un riesgo que siempre está ahí. Más que preocuparnos por la legalidad de las pantallas táctiles, deberíamos preocuparnos por la seguridad de su uso.
Alternativas: Volante multifunción y control por voz.
Para el resto de funciones como visualizar los datos del ordenador en el cuadro de instrumentos controlar la música, pero es difícil encontrar un coche que nos permita cambiar la temperatura o potencia del aire acondicionado sin soltar las manos del volante.
Sistemas de control por voz como el “V2C” de Ford permiten al conductor multitud de comandos, incluyendo algunos relacionados con el climatizador, por lo que pueden suponer una alternativa a los controles táctiles.
Existen casos en los que la “ceguera táctil” se extiende por el salpicadero, como son el Chevrolet Volt y su gemelo el Opel Ampera, en los que encontramos una suerte de impresiones sobre el plástico sensibles al tacto, pero que obligan al conductor a tantear con la mano o apartar la vista de la carretera. A pesar de todo, no hemos visto un caso tan llamativo como el del Tesla Model S que encabeza el artículo, cuya pantalla de 17 pulgadas aglutina todas las funciones que ofrece un salpicadero convencional.
La solución: Sistemas hápticos o volver al pasado.
Cadillac ha sido la primera marca en incorporar una pantalla háptica en el sistema de infoentretenimiento de su XTS, la cual ofrece feedback al usuario, de forma que al apretar un punto, éste siente como respuesta una pequeña vibración. Este tipo de interacción entre el sistema y el conductor facilita el control de sus funciones, sin embargo, resulta difícil de creer que se pudiera usar sin apartar la vista en ningún momento de la carretera, algo que con los controles de toda la vida compuestos por botones y/o ruletas sí es posible, y por ello, resultan más seguros.