Llegamos a la última parte de esta Guía de Coches Eléctricos, y ya hemos visto que un importante punto débil de éstos respecto a los de combustión interna lo encontramos en las baterías, pues a pesar de haber ganado autonomía en los últimos años, sigue siendo insuficiente para la mayoría de usuarios. Esto unido a la aún escasa pero creciente red de puntos de recarga condicionan en gran parte las reducidas ventas de vehículos eléctricos.
BMW ya ha inaugurado su gama eléctrica “i” y para mitigar o solucionar problemas de autonomía, ofrecerá en opción un extensor de autonomía, que consiste en un motor de gasolina que actúa como generador (como ya ocurre en el Opel Ampera / Chevrolet Volt), y por otro lado, pondrá a disposición de sus clientes un coche convencional para cuando necesite hacer un trayecto de gran distancia.
Teniendo claro el tipo de uso que podemos dar a estos coches, la principal ventaja de los eléctricos es que el coste por kilómetro es mucho más bajo que el de uno con motor de combustión interna. Si los trayectos los realizamos en ciudad o con mucho tráfico, las diferencias se acentúan más, pues es en ese ambiente en el que el eléctrico es más eficiente.
Una de las peculiaridades de estos vehículos eléctricos es la entrega de potencia y la forma en que la transmiten al asfalto. El par máximo está disponible desde el primer momento, a 0 revoluciones por minuto. Esto se traduce en transmisiones que aprovechan al máximo la entrega de potencia y que resultan muchísimo más eficientes que los vehículos convencionales, como ya explicamos en este artículo. De forma general, un coche eléctrico consúme 1/4 parte de la energía que necesita un coche de gasolina, y 1/3 de lo que gasta un diésel.
Veamos un ejemplo del coste económico que supone recorrer 100 kilómetros según el tipo de energía que consumamos.
100kms -> 5 litros / 100kms -> 1´38 € / litro (diésel) = 6,9 €
100kms -> 7 litros / 100kms -> 1´45 € / litro (gasolina 95) = 10,15 €
100 kms -> 16kW / hora -> 0,058633 €/kWh* / 0,150108 €/kWh* = 0,94 € / 2,4 €
*(tarifa particular de <10kW con discriminación horaria, precios de hora valle y punta, respectivamente)
Queda claro que la eficiencia es uno de los puntos fuertes de la electricidad, pero además de ello, ¿Por qué me interesa un coche eléctrico? Aquí tienes una lista de ventajas:
- Comfort de marcha, son silenciosos y automáticos.
- Su mantenimiento es más barato al existir menos partes móviles / mecánicas.
- No emiten ningún tipo de gas nocivo ni humos.
- Representan un tipo de status social y/o conciencia medioambiental.
- En algunas ciudades, están exentos de pagar zona azul o verde.
- Gozan de aparcamientos reservados e incluso puntos de recarga gratuitos.
En conclusión, debido a la exclusividad y el precio de los coches eléctricos de que disponemos hoy en día, se podría decir que conducir un coche sin emitir sonido o emisiones por la ciudad brinda al conductor ese halo premium que supone atraer miradas y provocar reacciones en el entorno que lo rodea. Esto unido a una tecnología punta, aunque en una fase temprana de asentamiento y aceptación entre el público, justifica para muchos el alto precio de un coche eléctrico. A pesar de todo, parece que más que el dinero, es una cuestión de tiempo que nuestra ciudad baje sus humos con el silencio de la movilidad eléctrica.