Cuando hablamos de coches eléctricos, una de las muchas dudas que plantea su compra es si es válido un enchufe convencional. La respuesta es sí, pero ver cómo se rellena la batería de nuestro coche tan lentamente puede llegar a ser exasperante, por lo que contamos con opciones más cómodas pero que harán que el coste de compra inicial de nuestro coche siga incrementándose.
En la foto que encabeza el artículo vemos el Wallbox de BMW, cuyo precio roza los 800€, al que sumaremos el de la instalación del mismo, de unos 735€ para una vivienda unifamiliar, y de 1.225€ si es en un garaje comunitario. Aunque es difícil encontrar información de forma directa sobre lo que nos costaría hacernos con un cargador de pared, podemos decir que hay modelos económicos, disponibles por menos de 500€, hasta otros que triplican e incluso cuatriplican dicho precio, dependiendo del tipo y cantidad de tomas, si precisa identificación, la potencia que maneja, si lleva programador horario, si dispone de medidor de energía, la calidad de acabados, etc.
La recarga convencional utilizando la instalación de nuestra vivienda tiene una salida de 16 amperios y 230 voltios y una potencia de 3’6 kW, lo que se traduce en un tiempo de recarga de aproximadamente 8 horas o más. En este tipo de carga sólo sería necesario un adaptador para conectar el vehículo a una toma convencional (tipo Schuko), normalmente proporcionado por el fabricante en el momento de la compra o como cable extraíble desde el punto de recarga.
Aunque el ZOE, según Renault no es compatible actualmente con este tipo de toma y la marca obligaba al cliente a instalar un Wallbox (con coste de unos 1000€) para mantener la garantía, ha anunciado que pondrá en opción un cable adaptado a toma Schuko para hacer al ZOE más polivalente, algo que ha lastrado mucho sus ventas frente al Nissan Leaf, el más vendido de los coches eléctricos en España.
Una recarga utilizando el doble de intensidad, 32 amperios y una potencia de 7’2 kW, reduce a la mitad el tiempo que el coche estará enchufado a la red eléctrica, pero será necesario un punto de carga instalado por una empresa de electricidad.
Existe la alternativa de utilizar un cargador trifásico (16 y 32 amperios, 11 y 22 kW respectivamente), y aunque hay coches como el Nissan Leaf que aún no están preparados para ello, pueden cargar la batería de un Renault Zoe en sólo 1 hora.
Por último, hablando de cargadores partículares, podemos instalar un punto de recarga rápida, aunque no es aconsejable su instalación en una vivienda debido a la alta potencia de salida de que dispone, 50kW (equiparable a la potencia requerida por un edificio de 15 viviendas). Puede recargar 3/4 de nuestra batería en 15 minutos, pero la exigencia que ello supondrá a nivel eléctrico puede hacer necesaria una modificación en la red eléctrica de nuestra vivienda. En la calle podemos encontrar estaciones CHAdeMO, que tiene una salida de 62.5kW.
Además de reducir los tiempos de recarga, los cargadores instalados en nuestro garaje nos permiten programar las recargas, de modo que aprovechemos franjas horarias de menor demanda y coste eléctrico. En la cuarta parte de esta guía de coches eléctricos veremos los 4 modos de recargas que existen.