La Unión Europea, en un esfuerzo por intentar controlar las emisiones contaminantes de los vehículos de motor de combustión interna, implementa cada cierto tiempo un paquete de medidas encaminadas a conseguir tal objetivo, siendo cada vez más restrictivas y obligando a los fabricantes que deseen vender sus productos en Europa a exhibir sus últimos avances tecnológicos y desarrollar otros nuevos para el futuro. Las llamadas normas anticontaminación Euro, en vigor desde 1992 en sus diferentes fases, son las encargadas de restringir los parámetros máximos en materia de emisiones que todos los vehículos de nueva factura están obligados a cumplir. En éste sentido, Citroën se ha adelantado unos meses a la entrada en vigor de la nueva norma Euro6 en enero de 2014 con la salida al mercado de un nuevo motor llamado Blue HDi 150.
Uno de dichos objetivos se centra en la reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) que hasta ahora estaba limitada por la norma Euro 5 aún en vigor a un valor de 180 gramos por kilómetro para los motores diésel, restringiendo dicha cantidad hasta los 80 gramos por kilómetro con la nueva legislación. Citroën pretende adelantarse a éstos cambios y anuncia que a partir de ahora estará disponible el nuevo motor, denominado Blue HDi 150 y que por ahora sólo estará disponible en el nuevo Grand C4 Picasso, que cumplirá sobradamente con las restricciones. La marca anuncia que las emisiones de NOx se verán reducidas en un 90 por ciento respecto al motor precedente, mientras que las de CO2 se quedan en unos pírricos 110 gramos por kilómetro, cifra que en España le servirá para evadir el pago del impuesto de matriculación. Por otro lado estamos hablando de una cifra récord para un motor de 150 caballos, ya que hasta el momento cifras tan bajas de emisiones sólo se conseguían con motores más austeros en cuanto a potencia y prestaciones.
Todos éstos beneficios se producen gracias a un novedoso módulo de reducción catalítica selectiva SCR, el cual trabaja en base a un producto compuesto por urea y agua denominado AdBlue®, ya utilizado recientemente por algunas otras marcas como Mercedes-Benz. El coche cuenta con un depósito de 17 litros de capacidad que se rellena con dicha sustancia y del cual se vigila su nivel cada dos revisiones periódicas del coche. El AdBlue® reacciona al paso de los gases de escape convirtiendo la mezcla en amoniaco (NH3), que tras ésto pasa por el módulo SCR siendo dividido en inofensivo vapor de agua y nitrógeno, sustancias mucho menos nocivas para el medio ambiente. Cabe destacar que el SCR se encuentra ya activo desde las primeras fases de calentamiento del motor posteriores al arranque, mientras permite a su vez una reducción de los consumos entre un 2 y un 4 por ciento y por tanto un ligero aumento del rendimiento global del propulsor. Avances que permitirán al nuevo Grand C4 Picasso situarse como uno de los vehículos menos contaminantes de su categoría.