A Sébastien Loeb sólo le hicieron falta 8 minutos, 13 segundos y 878 milésimas para recorrer el trazado de 20 kilómetros en la carrera de ascenso al Pikes Peak. No sólo consiguió la victoria, sino que obtuvo una impresionante marca tras sortear los precipicios a una velocidad media de 145 km/h.
El piloto francés llegaba a las 7.00 horas de la mañana para tomar parte en el briefing de la carrera. Se desconocía la hora de salida para Loeb y el Peugeot 208 T16, ya que antes de realizar el tramo, tuvieron que esperar a que terminaran el recorrido los 83 motociclistas que tomaban parte en la carrera.
Según declaró Sébastien Loeb, “No teníamos ninguna indicación precisa de nuestra hora de salida y veía como, en la cima, se iban acumulando nubes. Eso me hacía estar muy inquieto ya que temíamos que descargara la lluvia“. Finalmente, los temores del nueve veces Campeón del Mundo de rallyes se hicieron realidad y la lluvia entró en escena, por lo que hubo un retraso debido a las condiciones meteorológicas, que empeoraban la adherencia, y Loeb tomó la salida, definitivamente, a las 11.30 hora local.
Tras una ascensión a la cima del Pikes Peak casi perfecta, Sébastien Loeb dejaba el crono en 8’13”878 batiendo en más de un minuto y medio el anterior récord de ascensión que regentaba Rhys Millen en 9’46”164.
“Pensaba que podríamos estar en un crono de 8’20, o tal vez de 8’15 pero lo hemos incluso mejorado” declaraba el piloto francés tras superar la línea de meta. Loeb supo gestionar perfectamente las prestaciones y los reglajes instalados en el Peugeot 208 T16 para logar esta hazaña. La culminación de ocho meses de trabajo dejaron con un buen sabor de boca al Campeón del Mundo de rallyes y al equipo Peugeot Sport.
Tras la formidable actuación del dúo francés, la lluvia de nuevo hizo acto de presencia en la cima. Este éxito histórico da continuidad a las victorias conseguidas ya en Colorado Springs por el equipo Peugeot Sport en 1988, con Ari Vatanen, y en 1989 con Robby Unser.