Día triste y muy duro para la familia del deporte y el automovilismo español. En el día de hoy, a primera hora, hemos conocido el fallecimiento de la ex-piloto profesional María de Villota, de 33 años de edad, que está causando todo tipo de reacciones en el mundo del deporte, consternados por la trágica noticia. María se encontraba en un hotel de Sevilla descansando, ya que en el día de hoy estaba previsto que hoy pronunciase una conferencia. También, en los últimos días, había anunciado a través de la red social Twitter que había terminado de escribir su libro, en el que relataba sus vivencias personales tras su accidente en julio de 2012.
María, como decimos, se hallaba alojada en un hotel de Sevilla, en el que su asistenta personal ha dado aviso a los servicios médicos en torno a las siete y media de la madrugada al observar que María no se movía ni respiraba, procediendo éstos a certificar su fallecimiento y estimar que su cuerpo llevaría al menos una hora sin vida. Los mismos sanitarios especulan con que la causa del fallecimiento haya sido una muerte natural ya que no se han encontrado signos de fármacos ni otros causantes.
Su familia ha colgado una pequeña nota en su página personal de Facebook, en la que reza: “queridos amigos: María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Doy gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre nosotros. Fdo. Familia Villota”. Como decimos, infinidad de medios de comunicación, compañeros de profesión, amigos y allegados se han hecho eco de la noticia, entre la incredulidad y el dolor. Mismamente el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, explicaba hace pocas horas cómo su asistenta había encontrado el cuerpo ya sin vida de la deportista. También profesionales de la televisión como su amigo Antonio Lobato, pilotos como Marc Gené y muchos otros han mostrado públicamente su dolor a través de las redes sociales.
Desde Motor3Punto0 queremos sumarnos a todos los mensajes de pésame a toda su familia, amigos y allegados, y en especial a su padre, Emilio de Villota, tan reconocido como piloto como por los medios españoles especialistas en motor. De María siempre nos quedará su ejemplo de superación tras sufrir un gravísimo accidente que casi le cuesta la vida, y que como ella misma contaba le hizo ver la vida de otra forma, así como la alegría que desprendía como persona. Descanse en paz.