La compra de un coche de ocasión es un hecho complejo, en parte por diversos tópicos que impregnan este mercado derivados de alguna picaresca. Una picaresca aplicada en muchas menos ocasiones de las que nos pensamos, pero que para muchas personas supone un gran prejuicio ante los coches de segunda mano. Por eso, vamos a dar una serie de pequeños consejos a tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo de ocasión, para asegurarnos que no exista ningún vicio oculto y que el vehículo se encuentra con el equipamiento y las condiciones anunciadas.
El primer paso es la búsqueda de un automóvil que cubra nuestras necesidades, este paso hoy en día es infinitamente más sencillo que hace pocos años, no tenemos ni porque salir de casa, basta con conectarse a Internet y navegar por las cientos de webs, incluida motor3punto0, con vehículos de ocasión. Una vez localizado el vehículo nos pondríamos en contacto con anunciante, ya sea concesionario oficial, compra-venta o particular y si seguimos interesados en el vehículo, lo suyo sería verlo en persona.
Nos encontramos ante el vehículo elegido, momento en el cual deberíamos empezar a realizar nuestro particular examen para comprobar si todo está correcto. Revisaríamos que la carrocería no presenta corrosiones ni golpes no declarados para continuar haciendo un pequeño repaso a los bajos del vehículo en busca de fugas o golpes que hayan podido dañar este importante elemento. Aunque en los últimos tiempos algunos concesionarios y compra-ventas ofrecen una certificación de no accidente estructural, sí el propietario está de acuerdo, siempre podemos llevar el coche a un taller de confianza, donde por una módica cantidad de dinero nos pueden revisar más a fondo este último detalle con la ayuda de un elevador.
La dirección, suspensión y las ruedas son elementos esenciales para el correcto funcionamiento de un coche. Comprobaremos que la dirección gira correctamente, la suspensión se encuentra en óptimas condiciones, las llantas no presenten fuertes golpes y los neumáticos tengan aún dibujo. Es preferible que los elementos de desgaste aún tengan vida útil, ya que sino nos tocará aflojarnos el bolsillo para sustituirlos nada realizar la compra
En el interior del vehículo deberemos prestar especial interés en el nivel del desgaste de asientos, volante, pomo de cambios y botones varios, todo ello con el fin de saber si el nivel de desgaste coincide el normal para los kilómetros y/o antigüedad que declare el vendedor. También comprobaremos que toda la instrumentación y equipamiento operan con normalidad.
Llega el momento de una posible prueba, aparte del obvio detalle de que el coche arranque como debe, debemos intentar localizar ruidos de marcha, como el producido por un desgaste en los rodamientos, también revisaremos que el coche no presente perdidas de potencia ni emita excesivo humo, ya que podría suponer entre otras averías la del temido y costoso turbo.
Una vez revisado todo, si hemos localizado algún defecto no declarado inicialmente, deberíamos hacérselo saber al vendedor; en el caso de que este se comprometa a subsanarlo o a rebajar el precio del vehículo y siguiésemos interesados en la compra podríamos seguir hablando, al igual que si estuviese todo correcto. Sería este el momento para comprobar que está al día de mantenimiento y si este se puede justificar con libro de revisiones o facturas.
Asuntos legales, debemos de saber si se encuentra al día de ITV, impuestos y si no tiene cargas como multas o embargos sobre su propiedad, todo ello lo podremos consultar en tráfico mediante el pago de una pequeña tasa.
Garantía, en caso de que comprásemos el coche en un concesionario o compra-venta, hay que cerciorarse del tipo de garantía que ofrecen. En algunos casos sólo se puede hacer caso de ella en los propios talleres del mismo establecimiento en vez de ofrecer una garantía europea.