Sí, por mucho que nos duela, los trozos de chatarra que vemos en las fotos pertenecen a un Ferrari 458 Italia que ha sufrido un accidente cerca de Eliat (Israel) al chocarse contra un acantilado que transcurría junto a la carretera.
Los medios locales que han realizado las fotografías aseguran que el accidente se produjo cuando el conductor perdió el control de los 562Cv del Ferrari por una distracción. Con ingredientes como un motor V8 de esta potencia y distracciones, solo puede haber un resultado: accidente seguro.
A pesar de lo aparatoso del choque, las medidas de seguridad del cavallino parecen haber funcionado a la perfección ya que el conductor no ha sufrido heridas graves y ha sido dado de alta del hospital tras un chequeo.
Fuente: GTSpirit
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