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Fue en el pasado Salón de París allá por el mes de septiembre, cuando la marca japonesa presentó la nueva generación del Toyota Auris convirtiéndose en una de las novedades más importantes de los últimos meses. El nuevo Toyota Auris llega con una estética y mecánica totalmente renovadas y además es el único coche del segmento en ofrecer una mecánica híbrida que probamos a fondo.
Al tratarse del único modelo del segmento en contar con una tecnología híbrida hemos querido analizar las ventajas e inconvenientes que puede presentar frente a un compacto tradicional, y para ello hemos probado durante una semana una unidad del nuevo Toyota Auris Híbrido en todo tipo de situaciones.
Nada más verlo, lo que más llama la atención del nuevo Toyota Auris es su contundente frontal con unos faros con luces diurnas LED que le aportan una gran personalidad. Los faros que tienen una forma alargada están integrados en la parrilla delantera que contiene un gran logotipo de Toyota con el fondo azul, lo que nos indica que nos encontramos ante una versión híbrida. En el frontal también destacan la enorme entrada de aire situada bajo la matrícula y los faros antiniebla que están integrados en un hueco triangular en los extremos del paragolpes.
Tal y como pasa en la mayoría de los coches, el protagonismo de la vista lateral se lo llevan unas espectaculares llantas de 17” en un tono gris oscuro que además en esta unidad contrastan con el color blanco de la carrocería haciéndolas aún más atractivas. Además estas llantas le dan un aspecto algo más deportivo a un vehículo claramente orientado a la eficiencia energética. En la aleta delantera y bajo los retrovisores con intermitentes integrados, encontrados el logotipo “hybrid” para que en todo momento quede claro el rasgo diferenciador de este compacto.
Si seguimos analizando la vista lateral del Toyota Auris de adelante hacia atrás, llegamos quizás al detalle que personalmente me gusta menos del diseño de esta nueva generación del Auris. Hablamos del tercer cristal, que tiene una forma de triángulo invertido que no acompaña a la línea que marca la caída del techo.
Ya en la zaga, el Toyota Auris mantiene un claro parecido al Lexus CT200h, principalmente en los pilotos, no en vano son parientes cercanos. Esta parte del coche tiene un aspecto muy consistente debido a la altura de los conjuntos de luces y al reducido tamaño del cristal trasero. También llama la atención el difusor del paragolpes trasero que continúa con el diseño de la entrada de aire frontal y le aporta detalles de vehículos con terminaciones más deportivas. De hecho, en otras marcas como BMW la aparición de difusores similares solo está reservada a vehículos equipados con el paquete deportivo M.
El nuevo Toyota Auris es tan sólo 3 centímetros más largo que el anterior (4’275 metros), aunque mantiene la misma distancia entre ejes. A pesar de que una diferencia de 3 centímetros puede ser inapreciable a simple vista, debido a que también es 5’5 centímetros más bajo, la sensación es que estamos ante un vehículo mucho más largo que el anterior.
En resumen, la nueva generación del Toyota Auris ha dado un gran salto en términos de diseño exterior, de manera que ahora resulta un producto mucho más atractivo al cliente.
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Se dice que el libro de los gustos está en blanco, por ello el interior del Toyota Auris tendrá defensores y detractores. Pero si hay algo en lo que todos estarán de acuerdo es que nada más montarte queda claro que estás ante un vehículo japonés. Tiene un diseño de líneas sencillas que lo hace atractivo y lo diferencia claramente de sus principales rivales.
Al sentarte a los mandos del Toyota Auris te encuentras con un interior funcional fabricado y terminado con unos materiales de primera calidad. No estamos ante un vehículo lujoso, por lo que no encontramos materiales nobles, pero los plásticos utilizados en el interior del Auris presentan un aspecto, tacto y terminación inmejorables a la altura de una marca como Toyota.
La consola central ya no es tan voluminosa como en el modelo anterior y está presidida por una pantalla táctil desde la que podemos controlar el sistema de infoentretenimiento así como el navegador o la cámara de visión trasera que la unidad que nos ha cedido Toyota para esta prueba equipaba.
Al mirar la consola central del Toyota Auris resulta muy curioso el reloj digital que encontramos sobre el navegador. Le aporta un toque retro a un coche con unas líneas de diseño actuales. Algunos dirán que es un parche dentro de un interior muy conseguido, pero personalmente me gustan mucho estos guiños al pasado. Eso sí, quizás la posición no sea la más adecuada ya que hay que girar demasiado la cabeza para consultarlo.
En la zona inferior de la consola y bajo la pantalla central encontramos los mandos del climatizador bizona y elementos de conducción como el freno de mano eléctrico y la palanca de cambio. Tras la palanca de cambio hay un pequeño hueco al que no le he encontrado otra utilización que guardar el mando de apertura del coche ya que para arrancarlo basta con pulsar un botón sin tener que introducir la llave.
La variante híbrida que probamos del Toyota Auris cuenta con instrumentación propia, un característico selector de cambio con detalles en azul y un sistema de información que podremos consultar tanto en la pantalla central como en el cuadro de instrumentos y que nos indicará en tiempo real en funcionamiento del sistema híbrido.
Los asientos delanteros del Toyota Auris tienen un diseño simple pero resultan cómodos y ofrecen la sujeción necesaria para un vehículo con un uso principalmente urbano. Sentado en ellos, casi todos los sistemas del coche se pueden manejar desde el volante multifunción. Control de velocidad, sistema de audio, teléfono e incluso el ordenador de a bordo que se visualiza en el centro del cuadro de instrumentos.
En las plazas traseras hay anchura suficiente para tres ocupantes. Al no tener túnel de transmisión y tener un suelo plano, incluso la persona que ocupe la plaza central podrá disfrutar casi al 100% del confort del Auris. Sin embargo, no es en la anchura donde el Toyota Auris está más limitado en cuanto a espacio. Personas de más de 1’90 (mi caso) prácticamente llegarán al techo con la cabeza con la consecuente sensación de agobio. Esta sensación está compensada con el techo panorámico de cristal que equipaba esta unidad y que le aporta una sensación de amplitud a las plazas traseras del Auris.
Al igual que en el exterior quedaba claro con los detalles azules de los logos de Toyota, en el interior del Toyota Auris los bordes azules de las amfombrillas indican que nos encontramos ante una variante híbrida.
Al contrario de como pasa en otros modelos híbridos por el espacio que ocupan las baterías, el maletero del Toyota Auris Híbrido tiene la misma capacidad que las versiones convencionales, 360 litros. Esto se ha conseguido situando las baterías bajo la banqueta trasera, motivo por el cual antes comentamos que la altura libre de estas plazas era limitada. Con estos 360 litros de capacidad estamos ante uno de los maleteros más generosos del segmento, algo que no es tan necesario en un vehículo de estas características. Por eso, creo que hubiera sido más acertado mantener las baterías en el maletero y perder espacio de carga antes que espacio para los conductores.
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Después de analizar el diseño y aspecto del nuevo Toyota Auris llega el momento de arrancarlo y ver de lo que es capaz este compacto híbrido. Lo primero que deberíamos hacer para ello es tener claro ante que coche estamos y lo que podemos o no exigirle.
Estamos ante un vehículo full hybrid que teniendo en cuenta que comparte tecnología híbrida con el archireconocido Prius, podemos decir de antemano que será una opción muy recomendada para los usuarios que aunque vayan a viajar esporádicamente, le den un uso prácticamente urbano, ya que es en ciudad donde podremos sacar todo el partido al modo eléctrico.
El sistema híbrido del Toyota Auris está formado por un motor de gasolina y otro eléctrico y entre ambos consiguen una potencia combinada de 136Cv. En lo referente al motor térmico, bajo el capó se esconde un bloque de 1’8 litros y 4 cilindros con inyección directa, distribución variable y doble árbol de levas que tiene una potencia máxima de 99Cv. Algo a tener en cuenta a la hora de comprar un modelo de Toyota es que a diferencia de casi todos sus rivales monta cadena de distribución y no correa.
La potencia de ambos motores se transmite al eje delantero a través de una transmisión automática E-CVT de variador continuo que resulta cómoda y suave en su manejo. El motor de gasolina ofrece un par máximo de 142 Nm a 4.000 rpm pero a esa cifra hay que añadirle el ofrecido por el motor eléctrico, que además y tal y como ocurre con todos los motores de este tipo, entrega toda la potencia desde el primer momento. Con esto se consigue la sensación de que en todo momento hay fuerza suficiente.
Hoy en día casi todo el mundo se ha montado en vehículos híbridos, gracias sobre todo a la popularización del Prius en el sector del taxi. Pero las estupendas explicaciones que los taxistas nos ofrecen orgullosos cuando le preguntamos y nos interesamos por el coche, no consiguen transmitir la sensación real cuando nos ponemos al volante.
La experiencia de conducción de híbrido comienza desde el momento que pulsamos el botón de arranque. ¿Ya? Pues sí, el coche ya está arrancado y la única diferencia que notarás es un indicador en el cuadro que así lo indica ya que el Toyota Auris Híbrido arranca en modo eléctrico por lo que la ausencia de ruido es total. Una vez el cuadro indique que el motor está arrancado basta con mover la palanca de cambios de diseño minimalista e igual que la del Prius hasta la posición D. Al seleccionar una de las cuatro posiciones que tiene la palanca (P, N, D y R) ésta vuelve a su posición inicial, lo que puede resultar un poco chocante al principio aunque cómodo y eficaz en cuando te haces a los mandos.
Con el coche arrancado y dispuesto a salir será cuando te des cuenta de que en el cuadro de instrumentos no existe cuenta revoluciones. En su lugar encontramos una esfera con tres zonas: Charge, Eco y Power. Con este indicador sabremos si el vehículo está recuperando energía, por ejemplo en frenadas, si estamos realizando una conducción eficiente o si le estamos pidiendo toda la potencia disponible. En este último caso, la aguja no solo sube hasta la zona Charge, sino que además se pone de color rojo.
Suave, silencioso y ahorrador en ciudad.
Lo primero que aprecias en la conducción del Toyota Auris Híbrido en ciudad es que el modo eléctrico 100% sólo funciona cuando le exiges muy poco al acelerador. En cuanto le pides algo más de potencia, el motor de gasolina entra en acción para satisfacer nuestra demanda de potencia. Esto que en otros híbridos resulta bastante incómodo, en el Toyota no es así ya que el arranque del motor térmico se produce con suavidad y no existe ningún tipo de tirón o brusquedad cuando comienza a enviar potencia a las ruedas.
Para conducir por ciudad y sacar todo el rendimiento al sistema híbrido se hace fundamental visionar en la pantalla central el gráfico de funcionamiento del coche que nos indica el estado de las baterías así como gráficos con flechas que nos informará de los flujos de energía. En él podremos ver si el estamos circulando en modo eléctrico, y si el motor de gasolina está enviando potencia a las ruedas o sólo está ayudando a cargar las baterías.
Como ya hemos dicho antes, el Toyota Auris Híbrido equipa un cambio automático de variador continuo que al principio puede chocar bastante si se desconoce su funcionamiento ya que es totalmente diferente a cualquier otro cambio automático. Una vez que te acostumbras a su funcionamiento y tacto, el cambio resulta muy cómodo y práctico sobre todo porque facilita que destines toda la atención al pedal del acelerador para conseguir el máximo rendimiento del sistema eléctrico.
En el salpicadero y sobre la palanca de cambios encontramos tres botones que nos ofrecen tres tipos de conducción: ECO (estándar), EV (modo 100% eléctrico) y PWR (máxima potencia). El más novedoso es el modo EV que nos permite circular en modo 100% eléctrico, pero hay que decir que la mayor parte de las veces que lo pulsemos el sistema nos indicará que no está disponible ya que las baterías necesitan estar cargadas casi al 100%. Cuando funciona la autonomía máxima que hemos conseguido hacer en modo eléctrico es de 4’1 kms.
En la conducción por ciudad hay que destacar la dirección del Toyota Auris. Es suave, directa y transmite a la perfección además de facilitar muchísimo la maniobrabilidad. Por su parte, las suspensiones tienen un tarado que aunque en calles de adoquines y bacheadas pueden resultar algo duras, en su conjunto ofrecen un confort más que suficiente.
Hasta ahora hemos dicho que se trata de un vehículo con un diseño atractivo, habitable y con cualidades como la estupenda dirección y suspensiones. Pero por si nada de ello te ha convencido, llegamos al punto en el que no tiene rival, los consumos. Hemos realizado numerosos trayectos urbanos en Madrid y Sevilla y el consumo medio registrado fue de 4’0 litros a los 100/km, consumo muy cercano a los 3’7 litros que homologa.
Eficaz y a la altura en carreteras abiertas.
El estupendo comportamiento del Toyota Auris Híbrido por ciudad era casi de esperar pero ¿Qué tal se comportará en carreteras abiertas?. Una vez salimos de la ciudad y pisamos el acelerador para alcanzar una velocidad de crucero digna, lo primero que notamos es que el motor de gasolina se deja oír. Esto es principalmente culpa del cambio automático de variador continuo con el que no se escucha el escalonamiento de las marchas, por lo que las revoluciones del motor permanecerán constantes hasta que dejemos de acelerar con intensidad.
Una vez alcanzamos velocidades de crucero legales, el motor de gasolina baja notablemente de revoluciones y el ruido aerodinámico y de rodadura gana protagonismo. Pero en cuanto haya que afrontar alguna pendiente, el cambio CVT actúa y hace que el motor de gasolina se ponga a régimen máximo, volviendo a ser bastante ruidoso.
Aun así, el confort de marcha tanto en autovías como en carreteras nacionales es más que aceptable pero desde luego no es un coche de altas prestaciones ni tiene un ápice de deportividad en su conducción. Simplemente es lo que es, un vehículo pensado y fabricado para maximizar la eficiencia energética, y eso sí que lo consigue a la perfección. Si los consumos por ciudad ya nos impresionaron, los consumos obtenidos en carretera nos han impresionado más aun consiguiendo medias de 4’1 litros a los 100 km.
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Llegamos al final de la prueba del Toyota Auris Híbrido y con más de 1.600 kms a nuestras espaldas es la hora de indicar claramente los pros y los contras de este modelo que ha venido al mercado a demostrar que ya podemos comprar un vehículo eficiente como un Prius pero con un diseño atractivo como un Volkswagen Golf, un Seat León o un Opel Astra.
Toyota ha desarrollado un coche con un diseño actual que rompe con la línea continuista del anterior Auris que prácticamente fue una actualización del Corolla. No tiene un diseño revolucionario, pero luce un aspecto muy a la altura de la tecnología que esconde bajo su carrocería. Puede gustar o no, pero no hay duda de que ha dado un paso adelante.
En su interior encontramos un habitáculo puramente japonés, sobrio y sencillo pero funcional y con materiales de primeras calidades. La habitabilidad es correcta para 5 personas, algo que pasa en muy pocos compactos del segmento y además cuenta con un gran maletero de 360 litros. Anteriormente ya comentamos que las plazas traseras pecaban de tener poca altura al techo y de que personas de más de 1’90 llegaban con la cabeza al techo. Pero siendo prácticos ¿qué porcentaje de la población tiene esa altura?.
Bajo el capó del Toyota Auris Híbrido encontramos el sistema HSD (Hybrid Synergy Drive) compuesto por un motor de gasolina de 1’8 litros y otro eléctrico que aportan una potencia combinada de 136Cv. El sistema permite que el Auris se mueva con uno, con otro o con los dos motores al mismo tiempo. Además permite la conducción en modo 100% eléctrico (EV).
Por ciudad tiene una conducción agradable, silenciosa y eficiente con unos consumos medios que rondan los 4 litros. Además, pese a que los vehículos híbridos sacan a relucir todo su potencial en vías urbanas, el Toyota Auris Híbrido también se comporta correctamente y con cifras de consumo contenidas en carreteras abiertas. Por poner una pega a su comportamiento, el cambio automático de variador continuo hace que el motor térmico se revolucione demasiado por lo que el sonido que llega al habitáculo es algo incómodo.
A FAVOR Y EN CONTRA
- A favor: aspecto actual, consumo reducido, materiales y acabados
- En contra: cambio, excesiva sonoridad del motor de gasolina y espacio interior.
FICHA TÉCNICA (datos de la prueba)
Motor
- Cilindros: 4 en línea
- Cilindrada: 1.798 cm3
- Potencia máxima del sistema: 136Cv
- Par máximo: 142Nm a 4.000 rpm (sólo motor gasolina)
- Transmisión: automática de variador continuo
- Tracción: integral a las 4 ruedas
- Combustible: diésel
Prestaciones
- Velocidad máxima: 180 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 10’9 segundos
- Consumo urbano: 4’0 litros / 100 km
- Consumo interurbano: 4’1 litros / 100 km
- Consumo medio: 4’0 litros / 100 km
Medidas
- Peso en vacío: 1.310 Kgs.
- Medidas (longitud / anchura / altura): 4275 / 1760 / 1460
Precio
- Toyota Auris Hybrid: 20.590€ (sin extras)
- Precio unidad probada: 22.075€
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