Nico Rosberg ha vencido un emocionante Gran Premio de Gran Bretaña que ha estado protagonizado por los neumáticos Pirelli que han vuelto a tener problemas de fiabilidad con varios reventones y pinchazos, con lo que se han ganado el apodo de “Pinchelli”. Éstos fueron los responsables de echar por tierra las posibilidades del compañero de equipo de Rosberg, Lewis Hamilton, que junto al alemán partía de la primera fila en la salida.
Como la mayoría de los favoritos, Hamilton comenzó la carrera con el compuesto más blando de Pirelli y tuvo una salida perfecta en la que Rosberg patinó con su Mercedes cediendo así la segunda posición a Sébastian Vettel. Tras la primera curva, Adrian Sutil ocupaba la cuarta posición por delante de Felippe Massa que hizo una de sus mayores remontadas en salida y del Toro Rosso de Daniel Ricciardo. Por su parte, Fernando Alonso hizo una mala salida que no hacía presagiar el resultado final de la carrera.
Tras la primera vuelta, Hamilton sacó el martillo y empezó a marcar tiempos y a sacar ventaja a Vettel que lo perseguía desde una distancia superior a la necesaria para utilizar el DRS. Cuando el británico estaba consolidando su posición y su candidatura a la victoria de este GP de Gran Bretaña, el neumático trasero izquierdo de su Mercedes reventó en plena recta y le hizo recorrer prácticamente tres cuartas partes del circuito en la llanta hasta poder llegar al box. Así, Lewis perdía toda posibilidad de victoria en manos de unos neumáticos que volvían a cobrar protagonismo por su falta de fiabilidad.
Con este reventón, se activaban todas las alarmas sobre la fiabilidad de los neumáticos blandos, sobre todo teniendo en cuenta la polémica de las últimas semanas en torno a Pirelli y Mercedes. Pero apenas dos vueltas después, la situación empeoraba bastante cuando el Ferrari de Massa sufría otro reventón en la misma rueda y casi en el mismo sitio del circuito ingés de Silverstone. Para confirmar que no se trataba de un problema aislado, Jean-Eric Vergné se sumó al efecto “Pinchelli” con su Toro Rosso. Fue aquí cuando los equipos comenzaron a llamar a boxes a sus pilotos y a montar el compuesto más duro.
Para eliminar los restos de goma que los tres incidentes habían dejado en la pista, dirección de carrera desplegó el Safety Car. Además, con esta acción los equipos e ingenieros de Pirelli tendrían algo de tiempo para analizar el motivo de esta situación con los neumáticos. A esta hora, la única versión oficial que Pirelli ha dado del tema es que el problema en los neumáticos lo ha causado un piano en mal estado, por ello la recomendación del fabricante de neumáticos durante la carrera fue que los equipos advirtieran a sus pilotos y que intentaran no pisarlos. Algo un tanto surrealista cuando se intenta aprovechar la pista al 100% para conseguir cualquier décima extra…
Después del coche de seguridad y de una ronda de paradas en boxes, Vettel se quedó líder de la carrera con Rosberg a unos tres segundos de distancia. Esa situación se mantuvo hasta que a 11 vueltas del final, el Red Bull de Sébastian Vettel tuvo un problema en su caja de cambios y se quedó parado en plena recta de meta. El coche de seguridad volvió a salir, las distancias entre coches se eliminaron y pilotos como Fernando Alonso veían la posibilidad de recortar puntos al alemán en el mundial.
Era el momento en que elegir entre entrar a boxes para terminar la carrera con un juego nuevo de neumáticos o intentar llegar al final. Rosberg, Alonso y Webber la opción que al final resultó mejor y entraron a cambiar neumáticos. Lo contrario hizo Kimi Raikkonen que optó por intentar llegar al final de carrera con unos neumáticos que sufrieron una gran bajada de rendimiento y que en las últimas vueltas le hicieron rodar 3 segundos más lento que la cabeza de carrera.
Tras este acertado cambio de neumáticos, comenzó un sprint de 7 vueltas en el que los pilotos con los neumáticos mas frescos consiguieron recuperar posiciones en pista y llegar hasta los puestos de podio. Webber atacó a Sutil y Raikkonen para llegar al segundo lugar tras un Rosberg que ya marchaba primero. Fernando Alonso exprimió al máximo el rendimiento de un Ferrari que no ha tenido su fin de semana y subió hasta una expectacular tercera posición. Hay que tener en cuenta que el español partió en la 9ª posición de parrilla tras un desastroso sábado y que con el abandono de Vettel recorta bastantes puntos en el mundial.
A pesar del incidente con el neumático, Lewis Hamilton llegó a la bandera a cuadros en cuarta posición y tras la carrera declaró que su Mercedes había mostrado un gran ritmo de carrera, por lo que se llevaba un buen balance del fin de semana. Raikkonen y Massa completaron los seis primeros puestos.