El nuevo Range Rover ya es oficial. La firma británica nos presenta el nuevo relevo generacional de la elegancia británica hecha SUV, el último episodio de una saga que llega con nuevos detalles en su exterior para mantenerse, dentro de su tradicional apariencia, con un aspecto más fresco, dispuesto a conquistar las calles, dunas, caminos y carreteras de todo el mundo sometiéndose a una importante dieta que lo lleva a perder hasta 420 kg respecto a su predecesor.
Un muy importante ahorro de peso, bastante a tener en cuenta para, no sólo en el comportamiento de este nuevo Range Rover, sino también, el gran objetivo en la actualidad de todas las firmas: la atención en el consumo y por consiguiente la reducción de las emisiones de CO2. Land Rover lo define como el “más ligero, más fuerte y más refinado” entre los SUV de lujo. Razones no le faltan al nuevo Range Rover.
Tras una serie de filtraciones, Land Rover hace oficial la llegada del nuevo Range Rover. Un nuevo Range Rover que llega con una imagen mucho más moderna, conservando las principales formas que tan reconocible hacen a este SUV pero adoptando nuevos detalles que cambian drásticamente la concepción del modelo en un primer vistazo En su frontal nos encontramos con nuevas ópticas. Unas ópticas que tras el extremadamente rectangular diseño de la anterior generación dan paso a una línea ahora más afilada que se prolonga por la aleta. Una estética en general bastante redondeada como bien queda plasmado en su paragolpes, que luce ahora unas rejillas bajo sus faros.
Manteniendo la línea recta que recorre todo su flanco, desde los faros delanteros hasta las ópticas traseras pasando por los tiradores de las puertas, la apertura lateral, a la altura del primer pilar, da paso ahora a un nuevo diseño laminar.
En su zaga, el cambio de ópticas que el modelo ha experimentado en el frontal se repite. El nuevo Range Rover recibe una pestaña que se prolonga en en su lateral como principal cambio, sin pasar por alto las formas, de nuevo apuntando a una mayor frescura, de su luneta trasera. En su interior, menos ruido de la mano de mejoras en el aislamiento de los cristales y la carrocería, así como un aumento del confort gracias a unas nuevas suspensiones, además del nivel de lujo esperado.
Una cuarta generación, de una saga con más de 40 años, que no sólo recibe cambios en su exterior. Fruto del desarrollo “desde cero”, se ha optado por una carrocería monocasco que cambia el acero por el aluminio, consiguiendo así un buen ahorro del 39% respecto a la generación saliente que nos deja como cifra final 420 kg menos que se traduce en una mejor dinámica, casi media tonelada menos le sienta bien a cualquiera, pero también en un ahorro de combustible y una reducción de emisiones de CO2 de los que todavía desconocemos cifras concretas.
Junto a esta nueva estructura en aluminio, una nueva suspensión en las cuatro ruedas que se traduce en un mejor tacto de la dirección y un mejor paso por curva, sobre todo si tenemos en cuenta que esta nueva suspensión llega con la importante dieta a la que se ha visto sometido.
En el apartado mecánico, junto a la nueva parte ciclo, nos encontraremos con un bloque V8 gasolina mientras que en diésel la oferta queda conformada por el TDV6 y el TDV8 de los que por el momento no podemos detallar cifras a la espera del próximo Salón de París. Estos motores contarán con una nueva generación del sistema Land Rover Terrain Response que permite adoptar la mejor configuración de los diferentes parámetros del Range Rover en función del firme por el que se circula.
Con todo el desarrollo llevado a cabo en Reino Unido y listo para ser comercializado en 160 paises, el nuevo Range Rover se podrá solicitar desde finales de septiembre, realizándose las primeras entregas de esta nueva generación del SUV de lujo británico por excelencia a comienzos de 2013 con un precio que todavía no ha sido revelado.
