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BMW actualiza la estética del pequeño de la gama de todocaminos denominados con la sigla X. Estamos hablando del BMW X1 que a la espera de su renovación absoluta, prevista en un plazo de entre dos y cuatro años, recibe pequeños cambios estéticos y de equipamiento.
El BMW X1 lleva en el mercado desde el año 2009 y desde entonces se han vendido más de 300.000 unidades convirtiéndose en uno de los SUV’s Premium más populares gracias a una estética atractiva y a un precio razonable. Para intentar seguir con el ritmo de ventas, BMW ha introducido en el modelo pequeños cambios en faros delanteros, espejos retrovisores, paragolpes y sobre todo nuevas líneas de equipamiento y acabados.
En el frontal destacan los faros delanteros, con un nuevo diseño y mayores dimensiones en los que las luces diurnas en forma circular son ahora de LED’s. También se aprecian cambios en la característica parrilla central de BMW que en función del acabado tiene un color u otro, en este caso al disponer la unidad de pruebas del acabado xLine la parrilla tiene detalles cromados. Pero el cambio estético que más llama la atención de esta pequeña renovación del BMW X1 es la reducción considerable de las protecciones plásticas en parachoques. Ahora el BMW X1 cuenta con más superficie pintada del color de la carrocería, lo que le da un aspecto más dinámico pero le quita apariencia offroad.
En la vista lateral de esta unidad del BMW X1 tienen gran protagonismo las llantas de aleación opcionales que además de un diseño espectacular tienen unas medidas descomunales para este pequeño crossover: 18 pulgadas con neumático 225/45. Pero dejando opcionales a parte, con esta actualización del BMW X1 los espejos retrovisores son más grandes y además tienen intermitentes integrados.
El diseño de la zaga también ha sufrido pequeños retoques consiguiendo un portón con unas líneas más marcadas y unos paragolpes con menos superficies plásticas, al igual que ya pasaba en la parte frontal. Cuenta con los característicos pilotos en forma de L que también incluyen tecnología LED.
La unidad que BMW nos ha cedido para esta prueba tiene un llamativo color “Naranja Valencia” y el paquete de acabados xLine que incorpora las llantas de 18 pulgadas, elementos plateados en paragolpes y taloneras, parrilla frontal cromada y salida de escape en cromo mate. Estos detalles junto con el llamativo color, remarcan el carácter del BMW X1.
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Al abrir las puertas del BMW X1 encontramos un habitáculo que seduce tanto por su diseño como por la calidad de los materiales, sin duda a esto último ayuda y mucho el acabado xLine de esta unidad y del que nos percatamos desde que abrimos las puertas y las estriberas nos saluden con el logo “BMW xLine”.
La consola central está ahora más orientada al conductor lo que provoca una mejora notable de la ergonomía y de la comodidad al volante a la vez que facilita el control de todos los mandos. Con esta actualización del BMW X1 la calidad de los materiales y acabados ha dado un gran salto cualitativo que hacen que este BMW sí brille ahora con luz propia.
Se aprecian nuevos detalles como los bordes cromados de la pantalla del sistema de navegación, o el marco que rodea las salidas de aire que ahora es negro brillante. En la versión xLine se puede elegir entre las molduras Dark Cooper de brillo intenso o la madera mate que equipa esta unidad y que con su aspecto natural da un toque de diseño al interior del X1. Este acabado también incluye luz ambiental en dos colores (naranja y blanco) y tapicería de cuero con una banda del color de la carrocería en el respaldo y un símbolo X en el reposacabezas.
La unidad que hemos probado cuenta con un sistema de navegación profesional (2.786€) con pantalla panorámica de 8’8 pulgadas. Como navegador cumple sus funciones con creces, pero además desde la pantalla también podremos controlar todo el sistema de sonido, ver la cámara de visión trasera, e incluso acceder a internet gracias a la función ConnectDrive.
En términos de habitabilidad, el conductor del BMW X1 disfrutará de una posición de conducción cómoda y más elevada que en un turismo. El espacio es más que suficiente incluso para personas de gran envergadura que podrán acomodarse fácilmente gracias a los amplios reglajes tanto del volante como de los asientos que resultan cómodos y eficaces en apoyos. Sentado a los mandos del BMW X1 la visibilidad es perfecta y el manejo de todos los sistemas resulta fácil gracias al mando iDrive que encontramos detrás del selector del cambio.
Como ya pasó en la primera generación del Serie 1 y en la anterior versión del X1, se ha vuelto a optar por un portavasos desmontable que le resta muchísimo espacio a la rodilla izquierda del copiloto. Es cierto que se desmonta fácilmente pero no cabe en la guantera por lo que estarás obligado a llevarlo en los huecos de las puertas donde ya no podrás llevar otros objetos. Es opcional, así que mejor ahorrar los 358€ que cuesta el paquete de compartimentos opcionales que lo incluye.
En las plazas traseras hay espacio para que dos personas viajen sin problemas, pero le falta un poco de anchura para que tres adultos puedan ir cómodos. Por lo contrario, la altura al techo es muy amplia y el techo panorámico de cristal que además se abre en la parte delantera, le da a las plazas traseras una sensación de amplitud enorme. El mayor inconveniente de las plazas traseras es la verticalidad de los asientos que puede llegar a resultar incómoda, sobre todo en el asiento central.
Esta verticalidad de los asientos se debe a los orígenes del BMW X1 ya que deriva del Serie 3. El BMW X1 tiene la misma batalla que el Serie 3 Touring (2.760 mm) pero es 80 mm más corto por lo que para no perder demasiado maletero se ha optado por poner unos respaldos prácticamente verticales. Así se ha conseguido que el maletero del BMW X1 tenga 420 litros de capacidad, perdiendo sólo 40 litros frente al Serie 3 Touring que tiene 460. Tiene una capacidad adecuada al tamaño del coche y además como no tiene rueda de repuesto, bajo el suelo plano de carga se ha habilitado un compartimento para guardar toda clase de elementos.
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Llega la hora de arrancar el BMW X1 y para ello lo primero que tenemos que hacer es tener claro las características técnicas del coche que tenemos por delante. El BMW X1 está disponible con 3 motores gasolina de 150, 184 y 245Cv y dos motores diésel de 184 y 218Cv. A excepción de los modelos más potentes de gasóleo y gasolina, se pueden adquirir con tracción a las 4 ruedas denominada xDrive o con tracción trasera denominada sDrive.
La unidad que hemos probado del BMW X1 es la denominada X1 2.0i sDrive, con motor gasolina turboalimentado de 2 litros y 184Cv y tracción trasera. Este nuevo propulsor de BMW cuenta con un par máximo de 270Nm que junto con los 184Cv mueven a este pequeño SUV con mucha soltura. De hecho es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en tan sólo 7’4 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h.
Este nuevo bloque de gasolina es prestacional y potente pero también sabe ser ahorrador. Como pasa en todos los vehículos gasolina de una cierta potencia, el consumo es muy sensible al acelerador, pero siendo cuidadosos hemos obtenido consumos combinados de 7’5 litros a los 100 km. Si deseas sacar todo el jugo a este divertido motor, mejor no mirar las cifras de consumo ya que con una conducción deportiva será fácil que sobrepase los 12 litros.
El punto negativo del motor es el ruido. En bajas, es más parecido al de un diésel que al de un motor gasolina con inyección directa. Además, al menos en la unidad que hemos probado, el capó carece de manta protectora lo que hace que la insonorización del motor se vea reducida.
Esta unidad del BMW X1 equipa el casi perfecto cambio automático Steptronic de 8 velocidades. Es asombrosamente suave y progresivo con lo que los cambios resultan casi imperceptibles. Gracias a dos últimas velocidades con unas relaciones muy largas, el cambio es el responsable de los bajos consumos por carretera de esta versión del X1 que a velocidades de crucero legales puede hacer tramos en medias de 5’7 litros. Opcionalmente, este cambio está disponible con levas en el volante que esta unidad no equipaba.
Para reducir el consumo también cuenta con un modo EcoPro que regula una serie de parámetros para lograr una reducción notable de consumo. Siguiendo los consejos que muestra en la pantalla se puede llegar a ahorrar un 15% de combustible. Como curiosidad, cuando se selecciona este modo aparece en la pantalla central del cuadro de mandos la autonomía que hemos ganado al reducir el consumo. Este sistema se une a otros ya conocidos como el Start & Stop o el sistema de recuperación de energía en frenado (todos de serie).
El BMW X1 cuenta con unas suspensiones claramente enfocadas a mejorar la estabilidad en carretera. Teniendo en cuenta la altura del conjunto apenas balancea, permite un alto paso por curva y proporciona un gran agarre. Lógicamente, la firmeza que ayuda al comportamiento del X1 por carreteras con buen firme resulta algo incómoda en ciudad o en pistas. El X1 cuenta de serie con control de estabilidad (DTC) pero incluso desconectándolo la conducción de este tracción trasera transmite seguridad.
La dirección es muy comunicativa y precisa lo que brinda la oportunidad de divertirse en carreteras viradas y sacar el lado más deportivo del X1. Para detener a este pequeño crossover de 184Cv se han montado discos ventilados en ambos ejes, en el delantero de 312 mm y en el trasero de 300mm. Son eficaces y aportan una gran sensación de seguridad además de soportar excelentemente la fatiga.
Por carretera, el X1 se mueve como pez en el agua, pero al llegar a la ciudad todo es diferente. Quizás otras versiones diésel del X1 tengan un comportamiento diferente, pero esta versión gasolina de 184Cv y cambio automático no es la más adecuada para la urbe. En este tipo de coches, los cambios automáticos tienden a estirar la primera velocidad para así tener suficiente fuerza fuera del asfalto, y esto se nota muchísimo en el consumo urbano que ronda los 11 litros. Además y como hemos dicho antes, las firmes suspensiones resultan incómodas en badenes, baches o calles con adoquines. También tiene cosas positivas y con la altura del puesto de conducción y sus 4’45 metros resulta manejable y de fácil aparcamiento.
Como casi todos los vehículos de su segmento, el BMW X1 tiene un comportamiento más enfocado al asfalto que a las pistas de tierra más aún en esta unidad con tracción trasera y neumáticos de perfil bajo y uso casi exclusivo de asfalto. Pese a esto y gracias a su altura al suelo, el BMW X1 se convierte en una buena opción para quienes necesiten eventualmente recorrer pistas sin demasiadas complicaciones, ya que los cortos recorridos de la firme suspensión harán que sea fácil perder apoyo y tracción.
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El BMW X1 es un vehículo ya conocido por todos, pero con esta reciente actualización BMW ha mejorado claramente algunos aspectos que no estaban a la altura de la marca. El conjunto es ahora mucho más redondo y desprende calidad y buenos acabados. A esto último ayuda y mucho la terminación xLine y el equipamiento extra que incluye la versión que hemos probado.
Esta variante con motor turbo de gasolina y 184Cv quizás no sea la más vendida, pero consigue que este pequeño SUV tenga unas prestaciones dignas de berlinas deportivas. Eso sí, el consumo es demasiado sensible al acelerador por lo que dependiendo del tipo de conducción se pueden hacer medias desde los 6 hasta los 13 litros a los 100 km.
Dinámicamente tiene un nivel espectacular y aporta unas sensaciones superiores a las de muchas berlinas de su tamaño. La dirección es muy directa y tiene un tarado casi perfecto que transmite todo lo que sucede en el asfalto y da mucha seguridad a la hora de trazar las curvas.
Con esta ligera actualización, podemos decir que es un SUV que ha mejorado notablemente en todos los puntos donde flaqueaba su generación anterior. Ahora si está a la altura de BMW en calidad de los materiales y acabados.
Para quienes deseen un pequeño familiar con aires de todoterrenos y con ese toque de conducción deportiva típico de BMW, el X1 será todo un acierto. Pero además, con este motor de gasolina turboalimentado, el BMW X1 2.0i sDrive aportará a su comprador unas prestaciones de las que pocos rivales pueden presumir.
La tracción trasera se muestra confortable en carretera e incluso con el control de estabilidad desactivado, la conducción del X1 aporta seguridad mostrándose neutro en curvas. Está claro que no es un vehículo pensado para el campo, no en vano el 95% de sus compradores jamás abandona el asfalto, pero pese a no tener tracción 4×4 se muestra ágil y válido para pistas de tierra. De hecho, al probar esta unidad 4×2 por campo nos han limitado más los neumáticos que la tracción y la altura al suelo.
Ahora viene la pregunta del millón: ¿Me lo compraría?. Para contestar a esta pregunta lo primero que hay que ver es el precio. El BMW X1 2.0i sDrive parte de los 34.500€ ,a los que habrá que sumar una larga lista de extras para llegar hasta los 52.818€ que cuesta la unidad probada según el configurador de la web de la marca. Por sí solo, este BMW X1 es toda una opción real de compra pero hay que tener en cuenta que forma parte de uno de los segmentos más competidos del momento y rivales como el Range Rover Evoque que probamos hace unas semanas se lo ponen muy difícil.
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A favor y en contra:
- A favor: prestaciones, estabilidad y cambio automático.
- En contra: sonoridad del motor, consumos demasiado sensibles al acelerador y verticalidad asiento trasero.Motor:
- Cilindros: 4
- Cilindrada: 1997 cc
- Potencia máxima: 184Cv a 5.000-6.250 rpm
- Par máximo: 270 Nm a 1.250-4.500 rpm
- Transmisión: automática de 8 velocidades
- Tracción: trasera
- Combustible: gasolinaPrestaciones:
- Velocidad máxima: 220 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 7’4 segundos
- Consumo urbano: 11 litros / 100 km
- Consumo interurbano: 6’4 litros / 100 km
- Consumo medio: 8’4 litros / 100 kmMedidas:
- Peso en vacío: 1.640 kgs.
- Medidas: -