Exterior.
El diseño ha evolucionado manteniendo sus rasgos característicos y en esta generación destaca el generoso frontal. Por formas y tamaño casi se puede confundir con su hermano mayor, el serie 5. Respecto a la generación anterior, el nuevo modelo ha crecido 97 milímetros, mientras que la distancia entre ejes ha aumentado 50 milímetros para mejorar la habitabilidad interior y el aplomo sobre el asfalto. Esto también ha permitido aumentar el tamaño de las puertas por lo que se ha mejorado el acceso al habitáculo.
En el frontal llaman la atención los faros, que se han afinado y alargado hasta llegar a conectar con el borde cromado de la parrilla frontal que sigue formando los famosos “riñones” que caracterizan a todos los BMW. Su capó abultado se debe al trabajo de los ingenieros de BMW para reducir las lesiones en el atropello de peatones, bajo el capó queda un espacio vacío hasta el motor que se deformaría controladamente en caso de impacto. Este abultado capó le confiere un aspecto más musculoso y atlético.
Visto desde un lado, la larga y ligeramente arqueada línea del techo y las grandes superficies acristaladas hacen ver que el Touring es un vehículo espacioso y funcional. En la parte posterior, me convence el diseño de los pilotos en forma de L que acentúan los 48 milímetros que ha ganado en anchura. Sin duda la parte trasera y en concreto los pilotos recuerdan muchísimo (incluso demasiado) al Serie 5.
Interior.
El salpicadero tiene un diseño sencillo aunque muy atractivo y sigue la tendencia de los últimos modelos de BMW con el tablero orientado levemente hacia el conductor, por lo que la posición de todos los mandos es cómoda y accesible. La pantalla central del sistema iDrive y el mando que la controla, situado delante del apoyabrazos, llaman la atención en un diseño interior enfocado a la funcionalidad que se puede esperar de un vehículo de estas características. El puesto de conducción se adapta muy bien a diversas tallas de conductores debido a la multitud de reglajes disponibles.
Debido a su aumento de tamaño exterior, la novedad más importante y el mayor salto cualitativo que ha vivido esta nueva generación del Serie 3 Touring ha sido el aumento de espacio en las plazas traseras. Éste era el tendón de Aquiles de modelos anteriores que pecaban de poco espacio, especialmente en la plaza trasera que está algo penalizada por la presencia del túnel de la transmisión.
Como es normal en un coche familiar, una de las partes más importantes es el maletero. Ha crecido 35 litros hasta llegar a los 495 y es mucho más práctico que el de la berlina. Destaca la apertura de portón eléctrica y la posibilidad de abrir la luneta trasera de manera independiente al portón. Detalles como éstos unidos una forma regular y un piso de carga plano lo hacen muy aprovechable.
Equipamiento.
El Serie 3 Touring está disponible con tres versiones de acabados opcionales que permiten adaptar el coche a los diferentes gustos de los compradores: sport, modern y luxury. La unidad que he probado era la básica de acceso a gama, con un precio de salida de 38.900€. Como opciones contaba con pintura metalizada (996€); llantas “radio estrella” en 17 pulgadas (1.067€); “Paquete Cruisse” que contiene control de crucero, sensor aparcamiento trasero y bluetooth (1.268€); y “Paquete Visibilidad” que incluye faros de xenón, lavafaros y sensor de lluvia (1.846€).
Creo que la configuración de la unidad que he probado, sin demasiados extras, es la perfecta para un vehículo de estas características. Está claro que no tiene lujos ni caprichos, pero en un vehículo familiar de estas características debe primar la utilidad y la funcionalidad. Además, el Serie 3 ya viene bastante equipado de serie: volante multifunción de cuero, radio con Mp3 y entrada auxiliar y USB, climatizador automático bi-zoba, ordenador de a bordo, etc.
Continúo con la prueba del BMW 320d Touring gracias a MotorLuxe, concesionario oficial BMW en Sevilla. Un vez analizado su diseño y equipamiento y comprobado que el nuevo Serie 3 Touring ha ganado en tamaño y en espacio interior llega el momento de comprobar lo que la mecánica de 184 cv y el nuevo chasis son capaces de hacer.
El 320d Touring tiene bajo el capó un bloque de aluminio de 2 litros con 4 cilindros ,184Cv y un par máximo de 380 Nm. Cuenta con un turbocompresor de geometría variable e inyección directa por conducto común. Es un motor potente y a la vez ahorrador y eficiente. A buen seguro que el nuevo Serie 3 tendrá en esta mecánica una de las más demandadas, ya que el coche arroja unos consumos de combustible brillantes con una potencia más que suficiente. En los 400 kilómetros que he realizado en la prueba, con un uso mixto con tramos de ciudad y autovía el consumo medio ha sido de 5’6 litros a los 100 km.
En su comportamiento destaca una entrega de potencia lineal, progresiva y constante recuperando muy bien desde las 1.500 rpm. También sorprende este motor por lo silencioso que se muestra a pesar de su naturaleza turbodiésel. Aquellos que acudían a motores gasolina huyendo de los “traqueteos” y vibraciones de los diesel ya no tienen escusas. Además, este Serie 3 tiene tres modos de conducción que el conductor podrá elegir a su gusto o necesidad: ECO PRO, Confort y Sport. Con estos modos el coche varia su respuesta y rendimiento de manera muy considerable y notoria.
En carretera este BMW tiene un gran aplomo y es muy noble en reacciones con una dirección muy directa y rápida. Esto se debe principalmente a los 45 kilos en los que su peso se ha visto reducido frente a su antecesor y a la mayor rigidez de su chasis. La unidad probada contaba con el cambio manual de 6 velocidades con el que el Serie 3 se desenvuelve con bastante soltura, aunque hasta que no pruebe el cambio automático de 8 velocidades no me atreveré a decir cuál es la opción más acertada para este familiar.
En autovía y a velocidades de crucero “legales”, el confort es absoluto y con una insonorización perfecta. Si unimos esto a que por tramos revirados es muy ágil debido a la puesta a punto del chasis y a la potencia y recuperaciones de su motor, hacen del 320d una opción muy acertada y divertida dentro del segmento familiar al que pertenece. Además, no olvidemos el “juego” que la tracción trasera puede darnos en determinadas circunstancias.
Si hubiera que ponerle un pero o un aspecto a mejorar ese sería el de la dirección. Gracias al eje delantero adelantado se muestra directa y precisa, pero también cada vez más artificial con la nueva dirección asistida eléctrica con la que ha perdido ese tacto característico de BMW. Desgraciadamente, no podemos culpar a BMW de esto ya que la tendencia global de los fabricantes actualmente es la de montar equipos de asistencia eléctrica cada vez más eficientes y en los que prime el confort por encima de la rigidez y el tacto deportivo de los sistemas de antaño.
A favor y en contra.
- A Favor: aspecto, consumos y aumento de tamaño y espacio interior.
- En contra: dirección asistida eléctrica de tacto artificial.
Ficha Técnica. Datos de la prueba.
- Cilindrada: 1.995 cm3.
- Motor: 4 cilindros (184Cv).
- Par máximo: 380 Nm a 1.750-2.750 RPM.
- Peso en vacío: 1.490 kg.
- Largo/Ancho/Alto: 4624 / 1811 / 1429.
- Velocidad máxima: 230 km/h.
- Aceleración de 0 a 100 Km/h: 8 segundos.
- Transmisión: manual de 6 velocidades.
- Consumo urbano: 6’5 l/100Km.
- Consumo extraurbano: 5’2 l/100Km.
- Consumo mixto: 5’6 l/100Km.
- Combustible: Diesel.
- Capacidad del maletero: 495 litros.
- Precio unidad probada: 42.231€.