Peugeot RCZ-R. Ése será el nombre que recibirá la futura versión picante del deportivo de la marca del León. Se trata de una versión que potenciará el ya conocido propulsor de 1600 centímetros cúbicos turboalimentado, denominado 1.6 THP, hasta los 260 caballos. Esto supone que el motor será apretado para conseguir una potencia específica de 162,5 caballos por litro de cilindrada, lo cual es impresionante en vehículos de calle y hasta hace unos años estaba reservado únicamente para motores de competición, superar los 100 caballos por litro.
El modelo está pensado para competir directamente con otros hot-hatch, concretamente el Volkswagen Scirocco, ya que es el modelo que más se le asemeja en cuanto a concepción, potencia y características. No han trascendido cifras de rendimiento, pero se espera que pueda acelerar de 0 a 100 en menos de siete segundos y que alcance unos 240 kilómetros por hora de velocidad punta. También equipará, como novedad, un diferencial mecánico tipo Torsen para ayudar a las ruedas delanteras a digerir toda la potencia del motor y transmitirla con buena tracción al asfalto.
Ésta es una buena noticia, ya que se aleja de la mayoría de diferenciales electromagnéticos (conocidos popularmente como “fríe-frenos”) montados en la mayoría de vehículos del mercado, que si bien trabajan aceptablemente, actúan sobre los frenos para detener, por así decirlo, la rueda del interior de la curva, otorgando mayor tracción a la rueda exterior. Esto tiene el inconveniente de que los frenos se recalientan perdiendo eficacia en su uso intensivo, además de provocar su desgaste prematuro. El diferencial tipo Torsen soluciona éstos problemas mediante engranajes mecánicos y no actuando sobre los frenos, pero a pesar de ser más eficaz, también tiene el inconveniente de ser ligeramente más pesado que un diferencial electrónico.
Volviendo al Peugeot RCZ-R, la marca afirma que tendrá reminiscencias de los RCZ utilizados en la copa monomarca en la que compiten, sobre todo a nivel de reglajes de suspensiones, ya que en cuanto al motor, superará en 10 caballos a su homólogo de competición. Aunque también es cierto que no se espera que equipe unos frenos parecidos a los del RCZ Cup, de 315 milímetros de diámetro, ni que reduzca su peso hasta los 1070 kilogramos del modelo de circuitos.
En cuanto a su presentación, será el piloto inglés y embajador de la marca Bradley Philpot, que ha competido recientemente en las 24 horas de Nürburgring con un Peugeot 208, subiendo al podio en su categoría, quien presentará el modelo conduciéndolo colina arriba en el próximo Festival de la Velocidad de Goodwood, que se celebrará entre el 11 y el 14 de julio.
De este modo, parece que Peugeot está haciendo esfuerzos para recuperar la imagen que tenía de constructora de buenos y pequeños coches deportivos, que los aficionados de la marca echaban en falta en la última década. Así lo demuestra también el hecho de que exista ya una versión GTI del 208, y quién sabe si en un futuro próximo serán más los modelos que reciban un empujón extra de rendimiento pensando en los conductores más pasionales.