Tras la desaparición hace unos meses de la marca Maybach, Mercedes no quiere cuota en el mercado de los coches de superlujo y por ello acaba de confirmar su último producto en el segmento de berlinas extralargas de representación, comúnmente llamadas limusinas. Estos coches están enfocados clientes que buscan comodidad, lujo y seguridad, como jefes de estado o grandes empresarios.
Se trata de la adaptación de la recientemente presentada Clase S mediante el crecimiento de su batalla y bajo el nombre Mercedes Clase S Pullman. La distancia entre ejes ha crecido sustancialmente para situarse en unos imponentes 4’31 metros, aumentando más de un metro la batalla estándar del Clase S, mientras que la longitud total del coche se va casi a los seis metros y medio, exactamente 6,35 metros. También la altura del vehículo ha aumentado ligeramente. El vehículo está pensado para ofrecer el máximo confort a los ocupantes de las plazas traseras, que están situados en dos filas de asientos enfrentados a la vez que ofrece un enorme espacio en su interior. Los sistemas de comunicaciones y entretenimiento al mismo tiempo ofrecen la última tecnología disponible en el mercado, con pantallas interiores, redes de conexión inalámbricas y demás extras.
Dieter Zetsche, el presidente del grupo Daimler, ha confirmado que la nueva generación del Clase S está pensada para ofrecer seis carrocerías diferentes, en tres longitudes de batalla distintas, para situarse a la cabeza de su segmento rivalizando con marcas de la talla de Rolls-Royce o BMW. También declaró que “la marca tiene una gran tradición en éste segmento y queremos seguir siendo la referencia, vemos una oportunidad para seguir estando representados a pesar de la desaparición de Maybach y extender nuestro liderazgo en el mercado de los coches de lujo”. El precio de éste coche se situará por encima de los 200.000 euros.
La versión de batalla extralarga está pensada para satisfacer la demanda en países como China o Rusia, más acostumbrados a éste tipo de chasis, pero se podrá pedir sin problema en el resto de países a partir de mayo de 2014. El coche equipará un 5.5 V12 biturbo de gasolina, con 515 caballos y 830 Nm de par motor, o bien un más frugal V8 diésel de 320 caballos y 730 Nm.
Al igual que ocurre en otras berlinas de representación de Mercedes, estará disponible una versión blindada que se denominará Clase S Pullman Guard. Se ofrecerán dos niveles de protección, alto y máximo, siempre cumpliendo con los más altos estándares europeos en materia de resistencia. En concreto la protección alta alcanza el grado B4 de protección, útil ante disparos de revólveres de alta potencia de fuego y violencia callejera general, mientras que el nivel máximo se sitúa en los niveles B6 y B7, que ofrecen suficiente protección ante ataques terroristas tales como bombas lapa, rifles de gran calibre o metralla de explosiones cercanas.