La evolución nunca se detiene. El Nissan GT-R lleva sorprendiendo a propios y extraños desde 2007, fecha desde la cual ya ha recibido cambios importantes, pero los chicos de Yokohama están dispuestos a subir el nivel con ésta última actualización del modelo existente, a la espera de la nueva generación que llegará a los concesionarios en 2016 y probablemente venga acompañada de una mecánica híbrida. Por ahora quieren mejorar el actual, el cual ya es considerado uno de los mejores deportivos del mundo y que posee un rendimiento de infarto, siendo capaz de competir contra deportivos que le doblan ampliamente en precio, convirtiéndose así en uno de los favoritos de la crítica.
Como la propia nota de prensa destaca, el objetivo de ésta evolución es el de “dar un toque más premium y aumentar el nivel de confort de marcha sin comprometer en ningún momento las prestaciones”. La suspensión ha sido revisada con el objetivo de hacer al coche menos propenso a sufrir sobreviraje o subviraje, actualizando el control electrónico de los amortiguadores y la dureza de las barras estabilizadoras, obteniendo así una mejor sensación global en firmes bacheados. La dirección ha visto incrementado un punto su grado de asistencia a bajas velocidades, pensando en los conductores que circulan ocasionalmente por la ciudad sin perder la dureza necesaria cuando se va a fondo en circuito, mientras que ahora calza unos nuevos zapatos: los nuevos Dunlop SP Sport Maxx GT 600, de 255 milímetros de ancho delante y 285 detrás. El motor, sin embargo permanece, inalterado: los mismos 550 caballos de siempre.
En el interior se ha trabajado especialmente en mejorar los acabados, equipando un volante tapizado en cuero así como algunas partes de los asientos hechas en el mismo material. La insonorización interior también ha sido incrementada, lo cual sin embargo también permite escuchar el agradable sonido del V6 twin-turbo cuando gira exprimiendo todo su potencial. Si nos vamos a su línea exterior también hay cambios interesantes respecto a la versión saliente: El primero y más obvio es un alerón trasero opcional fabricado en aleación ligera, que permite reducir a la mitad el peso total de la puerta del maletero.
Los nuevos faros traseros rediseñados completan la trasera. En el frontal, los nuevos faros LED de cuatro grupos ópticos y tres diodos cada uno de ajuste direccional permiten además variar entre dos anchos para el haz de luz. Circulando a altas velocidades, la luz larga crea un haz más estrecho y de más profundidad, reduciendo así la sensación llamada efecto túnel. Conduciendo normalmente, la luz se adapta volviendo a un haz más ancho que permite distinguir mejor los detalles a corta distancia. Por supuesto los leds, tan de moda en los últimos tiempos, también dan un aspecto imponente al coche y actualizan su imagen. Por último, un nuevo color de efecto perla llamado Rojo Gold Flake pasará a estar disponible dentro de la paleta de tonos. Se espera que para la primavera de 2014 llegue a Europa, mientras que en Japón ya podrán disfrutarlo a partir de diciembre.
Además, en Nissan andan éstos días de enhorabuena con el GT-R, pero en éste caso con la nueva y esperada versión NISMO, aún más radical que la “básica” y que ofrecerá golosinas como un pack específico de circuito, retoques aerodinámicos en fibra de carbono o un aumento de la potencia del motor hasta los 600 caballos, utilizando elementos derivados de la versión GT3 de competición. El piloto oficial Nissan Michael Krumm ha conseguido parar el cronómetro en Nürburgring en 7:08:679, a poco más de 10 segundos de otros hiperdeportivos como el Porsche 918, que no juegan en su misma liga. Todo un logro que muestra el potencial del GT-R NISMO y su altísimo nivel dinámico y de desarrollo.