De nuevo las ayudas gubernamentales a la compra de vehículos finalizan sus fondos. La partida presupuestada por el gobierno para el Plan PIVE-3 cifrada en 70 millones de euros ha agotado el cupo de operaciones que tenía previstas y ya no será posible iniciar nuevas solicitudes, salvo que alguna de las ya formalizadas se eche atrás y por lo tanto el dinero disponible pueda ser reasignado a otro comprador. Desde que el gobierno decidiera hace aproximadamente dos meses y medio extender su Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente las ventas han crecido sustancialmente, lo que ha permitido realizar operaciones de venta adicionales que estimulan el mercado.
Un mercado que, como sabemos, se encuentra especialmente debilitado en los últimos años y en el que ni por asomo se llega a la cifra del millón de vehículos al año, cifra normal en años anteriores a la crisis. La previsión para éste año era vender unos 630.000 vehículos, pero gracias a las ayudas gubernamentales ésta cifra podría ascender hasta las 700.000 unidades si el plan se prorroga, ya que se estima que las operaciones ejecutadas exclusivamente a causa del plan PIVE-3 se encuentran entre 30.000 y 40.000 ventas adicionales. Debemos recordar que el Plan PIVE-3 está destinado, como su nombre indica, a la incentivación de vehículos eficientes mediante el descuento de 2.000€ del precio final del coche. 1.000 € son una ayuda directa del estado y los 1.000€ adicionales de descuento son asumidos por los concesionarios y el fabricante. Además, supone un importante ahorro para los consumidores y es un plan beneficioso para el medio ambiente.
La entrega de un vehículo usado de más de 10 años, además de acabar con sus emisiones a la atmósfera, es una de las pocas condiciones que el plan impone. Supone también reducir la edad media del parque automovilístico español, además de incrementar la seguridad general del mismo debido a los recientes avances en éste campo. Por otra parte, para el gobierno otorgar éstas ayudas no es un desembolso a fondo perdido, puesto que los fondos concedidos son recuperados después con creces mediante el cobro de diferentes impuestos, por lo que tanto el comprador, como el fabricante y gobierno salen ganando con éstas operaciones. Aunque como decimos se han terminado los fondos previstos, tanto las casas comerciales como los consumidores esperan que el Ministerio de Industria se decida a ejecutar una nueva prórroga del plan, ya que los beneficios son generalizados, pero ésta acción está subordinada a su vez a la aprobación del mismo por el Ministerio de Hacienda, que decidirá si hay suficientes motivos de ámbito económico para seguir adelante con éstas ayudas a la compra.
Por otra parte, el Ministerio estudia aplicar en futuras iteraciones del plan más ventajas fiscales como las concedidas a los vehículos afectados por el Plan PIMA Aire, dedicado exclusivamente a los vehículos comerciales ligeros, y del cual aún no se ha notificado el agotamiento de sus fondos.