En la prueba de hoy os traemos uno de los hatchback con más personalidad del mercado y que estrenó nueva generación a finales del pasado año, el Honda Civic. Desde que en el año 1972 saliera a la venta el primer Civic, esta es la novena generación que desarrolla la marca japonesa y llega al mercado con dos claras intenciones: ofrecer una buena relación calidad-precio y convertirse en una alternativa real a vehículos con niveles de ventas más altos como el Volkswagen Golf.
La última generación del Civic, que se fabrica en el Reino Unido, guarda claramente los rasgos estéticos de su antecesor que lo diferencian claramente de rivales directos del segmento C. Con este diseño y aspecto “diferente”, el Honda Civic es un vehículo que odiarás o amarás pero lo que nadie puede poner en duda es que mantiene la personalidad a la que el modelo nos tiene acostumbrados.
Concretamente, la unidad que Honda nos ha cedido para esta prueba es un Honda Civic 2.2 i-Dtec Executive que cuenta con el motor diésel de mayor potencia (150Cv) y el más alto nivel de equipamiento. Es cierto que quizás no sea la configuración que más veamos por las calles de nuestras ciudades, pero el nivel de acabados merece cada euro gastado.
Diseño joven, deportivo y diferenciado de sus rivales
En el exterior del Civic, lo primero que llama la atención es su afilado frontal con un capó que prácticamente tiene la misma inclinación que el parabrisas delantero. En la parte delantera del Honda Civic también encontramos un paragolpes bicolor, que debido al color gris de nuestra unidad hace poco contraste, y a unos grupos ópticos que se integran a la perfección en la parrilla. Con todo ello, el frontal del Honda Civic tiene un aspecto joven y deportivo como pocos coches del mercado.
En la vista de lateral, se aprecia aún más la inclinación del capó de la que hablábamos anteriormente: prácticamente forma la misma línea que el parabrisas delantero. Las manetas de las puertas traseras están escondidas, detalle que también colabora a dar un aspecto coupé a este cinco puertas.
El nuevo Honda Civic es 20mm más bajo y 10mm más ancho que el modelo anterior y gracias a unas líneas muy afiladas consigue dar a un vehículo de cinco puertas un aspecto deportivo que hasta ahora sólo conocíamos en versiones de tres puertas. La zaga del nuevo Honda Civic es la parte más discutida en el diseño del japonés. Quizás esto sea porque las líneas redondeadas que encontramos en las ópticas y el portón trasero, pueden llegar a desentonar con el resto del coche.
Cinco puertas con el aspecto deportivo de un tres puertas
Los conjuntos ópticos son los protagonistas indiscutibles de la parte trasera del Honda Civic. Están unidas a través de una enorme luz de freno que atraviesa el portón de punta a punta formando una especie de spoiler que parte la luneta posterior (con la correspondiente pérdida de visión desde el interior). Como curiosidad, en las aletas traseras encontramos dos aletines aerodinámicos que aunque nos hacen una idea del nivel aerodinámico del coche parecen añadidos de última hora.
Al abrir la puerta del nuevo Honda Civic nos encontramos con un habitáculo que guarda mucho parecido con la anterior generación pero con la gran diferencia de que ahora, cada cosa está en su sitio. Su instrumentación y el manejo de sus controles es muy diferente a la de muchos coches, pero después de diez minutos al volante todo se controla con rapidez y facilidad.
La instrumentación es muy completa, pero también hay que acostumbrarse ya que está dividida en dos partes y al principio es fácil no saber dónde buscar algún dispositivo o sistema. En la parte inferior encontramos los tradicionales relojes analógicos en los que tenemos el tacómetro, los niveles de temperatura y gasolina, el indicador de marcha óptima y el botón de arranque. Más arriba y a más distancia junto a la luneta, encontramos el velocímetro y la pantalla multifunción en la que se visiona el sistema de audio, el ordenador de a bordo, etc.
En esta zona superior del cuadro, también encontramos unos indicadores que van cambiando de color dependiendo del tipo de conducción que vayamos realizando: verde cuando vamos realizando una conducción ecológica y azul cuando exigimos más potencia. Este indicador solo funciona si tenemos activado el modo ECO y son bastante útiles para conseguir consumos eficientes.
Hasta aquí todo perfecto, pero la verdad es que este sistema de cuadro de instrumentos dividido, al menos a nosotros no nos ha parecido práctico. Personas que por su tamaño necesiten colocar el asiento en determinadas posiciones, tendrán que elegir entre visualizar una parte u otra. En mi caso con 1’90 de estatura, me ha resultado casi imposible encontrar una postura en la que pudiera ver con facilidad todos los testigos e indicadores.
La calidad interior del Honda Civic ha mejorado considerablemente y los plásticos “convencionales” con los que contaba la anterior generación han dado paso a otros de un aspecto y tacto mucho más conseguido que le hacen estar a la altura de vehículos que hasta ahora habían sido superiores.
Interior cómodo, manejable y con materiales de primera.
Esta unidad contaba con tapicería de cuero en los asientos, que además de tener un buen acabado y calidad son acogedores y cómodos en las plazas delanteras. Cuentan con multitud de reglajes aunque es cierto que para una versión tan equipada se echan de menos ciertos reglajes eléctricos.
En cuanto a la habitabilidad, en las plazas delanteras hay espacio más que de sobra, tanto por anchura como por espacio longitudinal. En las plazas traseras el espacio, aunque no es enorme es más que correcto para un vehículo de 4’30 metros. Hay espacio suficiente para las rodillas de personas de cierta altura, aunque lógicamente dependerá de la posición del asiento delantero. En cuanto a la anchura, dos adultos podrán viajar con comodidad, pero el tercero ocupante mejor que sea un niño ya que no es el más ancho del segmento.
El acabado Executive con el que cuenta nuestra unidad trae de serie el techo solar panorámico que aunque no puede abrirse, aumenta la sensación de amplitud del habitáculo y mejora su acabado estético tanto desde el interior como desde el exterior.
Si hablamos de capacidad de carga, el Honda Civic es el líder indiscutible del segmento. Cuenta con un maletero de 400 litros más otros 76 adicionales de un segundo fondo. Y además, los asientos traseros no sólo son abatibles, sino que son totalmente plegables dejando muchísimo espacio de carga. Toda esta capacidad tenía que tener un inconveniente: la inexistencia de rueda de repuesto.
Líder en capacidad de carga con 400 litros de maletero y asientos plegables
Llegó la hora de arrancar el Honda Civic y explicar todo lo relacionado con su mecánica y su comportamiento. El Honda Civic está disponible en España con dos mecánicas gasolina y otras dos diésel. Para los amantes de la gasolina están disponibles un 1.4 i-Vtec de 100 CV que a priori puede quedarse algo corto y otro 1.8 i-Vtec de 140Cv. En el apartado diésel encontramos el 2.2 i-Dtec de 150Cv que nos ocupa y un 1.6 i-Dtec de 120Cv que los compradores elegirán por tener un menor precio de compra ya que los ridículos consumos del 150Cv harán que nadie compre el motor pequeño por “gastar menos”.
Una vez explicada la gama de motores disponibles para el Honda Civic y dicho que estamos probando la motorización más potente de gasóleo, hay que decir que este motor ya es un viejo conocido de Honda ya que es el mismo que desde hace algún tiempo monta el Honda Accord. Con una más que suficiente cifra de 150Cv es 10Cv más potente que la versión diésel de la anterior generación y además cuenta con unos consumos muy pero que muy eficientes.
Tras pisar el embrague y el botón de arranque situado a la derecha del cuadro de instrumento, encontramos un motor que no esconde su condición de diésel pero que una vez que coge temperatura reduce su sonido y vibraciones. Aunque no es uno de los puntos fuertes de este bloque, un excepcional trabajo de insonorización del habitáculo consigue que el aislamiento acústico sea más que aceptable.
Solo hay que engranar la primera velocidad del cambio manual de seis velocidades y soltar el embrague para notar que cuenta con mayor respuesta que la anterior generación y que tiene fuerza y potencia suficiente desde muy bajas revoluciones. El motor cuenta con una gran elasticidad ya que se mueve con facilidad desde las 1.200 rpm lo que hace que tengamos que realizar menos cambios de velocidades y por tanto facilita su conducción en ciudad. A esto también colabora una caja de cambios con unos desarrollos muy largos, un tacto muy correcto y una palanca que se encuentra muy a mano.
Motor muy elástico que ofrece empuje desde las 1.200 rpm
Como dijimos antes al hablar de la instumentación del Honda Civic, cuenta con dos modos de conducción: normal y ECO. Para activar el modo ECO basta con pulsar un botón verde que se encuentra a la izquierda del cuadro de instrumentos y se modificarán algunos parámetros del vehículo como la entrega de par para premiar un bajo consumo en detrimento de prestaciones. Con este modo de conducción y obedeciendo a los indicadores de colores que ya describimos antes, se pueden sacar consumos increíbles para un motor de esta potencia y cilindrada.
En nuestra opinión, el Honda Civic es un vehículo a los que muchos compradores potenciales podrán encontrar pegas o inconvenientes, pero en el apartado de consumos no tiene rival. Si circulas sin prestar atención al consumo y sacando todo el partido del motor de 150 Cv los consumos pueden ser similares a los de otros vehículos del sector marcando medias de 5’5 litros a los 100 km. Pero si te concentras en realizar una conducción eficiente te aseguramos que podrás marcar medias por debajo de los 4’5 litros y realizar ciertos trayectos por debajo de los 4 litros. En los casi 1.200 kms que duró nuestra prueba la media total fue de 5’2 litros a los 100 km y os aseguramos que hubo trayectos en los que le apretamos bastante…
Consumos espectaculares y confort de marcha en detrimento de prestaciones deportivas
Como solemos decir en cada prueba, antes de analizar las prestaciones y comportamiento de un vehículo es muy importante que sepamos ante el tipo de vehículo que estamos y para el tipo de uso que está diseñado. Aunque su imagen deportiva y joven pueda llevar a engaños, estamos ante un vehículo de uso mixto que busca la eficiencia y confort de marcha. Ejemplo de esto son unas suspensiones que están pensadas y diseñadas para ofrecer comodidad de uso y no un alto paso por curva. Eso no quiere decir que con el Honda Civic no se pueda disfrutar de una carretera de curvas, en nuestra opinión todo lo contrario ya que el coche incluso con sus limitaciones se muestra muy dócil y transmite al conductor en todo momento dónde están sus límites para que quien está al volante no los traspase. En definitiva, es un vehículo muy fácil de conducir.
En ciudad el manejo del Honda Civic es bastante bueno y cómodo a excepción de la visibilidad trasera que se ve reducida por la luneta partida que comentamos al principio. Aunque hay que decir que en esta terminación Executive no es un problema ya que cuenta con sensores de aparcamiento y cámara trasera. Desde el volante la visibilidad es buena, aunque la inclinación del capó hace que cueste acostumbrarse a saber dónde está el final del coche para no darle ningún pequeño roce.
En este tipo de vías urbanas, el manejo del cambio es muy correcto y las relaciones son casi perfectas. Quizás una segunda velocidad un poco más larga nos ahorraría algunos cambios, pero con la gran elasticidad del motor esto queda prácticamente solventado.
En carreteras secundarias donde el asfalto suele estar en peor estado, las suspensiones cumplen a la perfección su cometido de absorber las irregularidades aunque si enlazamos varias curvas seguidas de ángulos contrarios los balanceos pueden ser algo molestos.
El motor ofrece unas geniales recuperaciones ya que en sexta velocidad el coche responde bien desde unos 90 km/h. Esto hace que la conducción por este tipo de vías sea muy cómoda al no tener que cambiar de velocidad constantemente y que los consumos sean muy bajos. Pero si de repente necesitas potencia para un adelantamiento o simplemente para disfrutar del gran empuje que los 150Cv pueden darte, basta con reducir una o dos velocidades y el Honda Civic te demostrará de lo que es capaz.
Aunque son indispensables en todo tipo de vías, quizás en las carreteras de montaña es donde más le podemos exigir a los frenos y donde antes pueden mostrar sus debilidades. En todo caso, los frenos se han mostrado potentes y no han acusado la fatiga por mucho que les hemos exigido.
Genial en ciudad, correcto en montañas y confortable en autovías
En autovías y dentro de los límites legales de velocidad el Honda Civic se muestra muy cómodo y confortable, pero es en el consumo donde brilla con luz propia. Para recoger el vehículo que Honda nos ha cedido para esta prueba nos desplazamos a Madrid dos integrantes de Motor3punto0 y os aseguro que durante los 500 kms que hicimos de camino a Sevilla, donde tenemos la redacción, no paramos de alucinar y hacer apuestas con el consumo. Realizamos el viaje con una media de 4’0 litros a los 100 kms e hicimos trayectos en 3’4 litros, ¡alucinante!.
Sólo si decidimos sobrepasar estos límites e ir un poco “más rápido de la cuenta”, notaremos que la dirección quizás sea demasiado asistida y a velocidades altas no transmita seguridad por lo que invita a pisar el freno. Además, al alcanzar cierta velocidad la insonorización del habitáculo no es tan buena y oiremos demasiado ruido.
En un segmento en el que existen multitud de competidores que quizás estén más arraigados en el mercado español que el Honda Civic, esta nueva generación del vehículo japonés se presenta como una gran alternativa para quiénes busquen la diferenciación en cuanto al diseño, el confort y los bajos consumos. Estos son los tres pilares en los que nos basaríamos para elegir un Honda Civic en lugar de un Volkswagen Golf, un Opel Astra, un Hyundai i30 o un Seat Leon. Ahora la alternativa japonesa a los típicos vehículos europeos es posible y se llama Honda Civic.
Gran alternativa real a modelos como el Golf, León y Astra.
Uno de los inconvenientes que nos puede hacer elegir otra opción dentro del segmento es el precio. Con un precio de salida de 16.500€ para la versión gasolina de 100 Cv y acabado base, se queda algo por encima de la media del segmento. Si queremos adquirir una unidad como la que hemos probado con el motor diésel más potente y el mayor nivel de acabados, esta cifra aumentaría hasta unos 22.200€ que pueden parecer demasiado pero que nos reportará un completísimo equipamiento en el que no faltarán cosas como la tapicería de cuero, los faros de xenón o el techo solar panorámico.
Nos ha gustado:
- Consumos muy eficientes
- Aspecto novedoso y diferente
- Capacidad del maletero.
- Elasticidad del motor.
No nos ha gustado:
- Altura limitada del techo.
- Cuadro de mandos dividido.
- Precio elevado en versiones altas de gama
Datos técnicos
- Combustible: Diésel
- Potencia máxima: 150 Cv
- Par máximo: 350 Nm
- Aceleración de o a 100 km/h: 8’8 segundos
- Velocidad máxima: 217 km/h
- Consumo medio homologado: 4’4 litros / 100 km
- Consumo medio de la prueba: 5’2 litros / 100 km
Galería de imágenes